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Un baño adaptado en un piso sin ascensor, la petición "más ridícula"

Particulares admiten "tirar de picaresca" para burlar el colapso: "Es más fácil regular una obra ilegal que lograr una autorización"

La saturación de los servicios del área de licencias del Ayuntamiento de Oviedo desemboca en ocasiones en situaciones calificadas por algunos particulares y aparejadores como "ridículas". Estos defienden la profesionalidad de los empleados públicos, pero lamentan que los problemas por subsanar del servicio provoquen casos como el de una licencia para un negocio a la que le solicitaron habilitar un baño adaptado para discapacitados a pesar de la existencia de la existencia de unas escaleras en el portal que lo hacían inaccesible para personas con movilidad reducida.

El solicitante defiende de alguna manera al encargado de tramitar el permiso, pero pone su proceder como ejemplo de los "despropósitos" derivados del colapso del servicio municipal. "Con la ley de accesibilidad en la mano, las dimensiones del local invitaban a este tipo de baño, pero el técnico obvió la realidad del edificio", apunta. "Actuaciones como esta denotan la falta de sentido común en muchas tramitaciones", indica.

Por otro lado, algunos solicitantes advierten de la creciente tendencia a "tirar de picaresca" para burlar el colapso de las licencias. Señalan directamente a particulares que optan por realizar las obras de manera ilegal para acortar plazos. "A día de hoy a muchos les resulta más fácil regular unos trabajos ilegales que esperar durante meses por una autorización con la consiguiente pérdida de dinero que supone para sus negocios", subrayan.

Los "pícaros" de los permisos se escudan en el hecho de que raramente el Consistorio suele actuar de oficio. Así, apuntan a la apertura de locales carentes de licencia de obra y de apertura y pendientes de un proceso de legalización. "Saben que mientras no haya denuncia el Ayuntamiento no precintará y por lo general nadie es partidario de cerrar negocios generadores de empleo y riqueza", explica un profesional conocedor de la situación.

La solución, sostienen algunos expertos, pasaría por flexibilizar la concesión de licencias y supeditarlas a controles posteriores. "Antes el sistema funcionaba mejor porque los permisos se concedían y condiciones que luego se comprobaban, pero en la actualidad se prefiere requerir que informar positivamente", relata un afectado por la parálisis de una licencia de cambio de titularidad de un negocio, solicitada hace más de un año.

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