Pese a la mejoría de los datos de asaltos a viviendas por el verano, los cerrajeros matizan que los actos delictivos continúan, eso sí, de una manera más selectiva y repartida por la ciudad. Sin ir más lejos, a finales de julio se registraron robos mediante la técnica del "bumping" en algunas viviendas del barrio de La Argañosa. Asimismo, en los últimos días varios vecinos descubrieron la existencia de testigos de plástico en los marcos de sus puertas. A comienzos de julio también hubo robos en Villafría, El Cristo, La Corredoria y San Lázaro.

La diferencia de los sucesos de este año con los de los pasados es el modus operandi. Tanto en 2017 como en 2016 eran habituales los desvalijamientos de varios pisos de un mismo bloque. Este año los cacos suelen ser más prudentes y protagonizan asaltos como mucho a dos o tres viviendas de una tacada. La Policía recomienda evitar las pistas de que las casas se quedan vacías por un largo periodo.