La dimisión del concejal popular José María López, investigado en el "caso Enredadera", y la creación de una comisión de investigación sobre la relación de los empresarios de la trama y el alcalde de León, Antonio Silván, también del PP, han reducido las posibilidades de éxito de la moción de censura propuesta por el PSOE contra el regidor de la capital de la provincia vecina, cuyo éxito depende del apoyo de Ciudadanos.

En el Pleno extraordinario celebrado ayer en el Ayuntamiento para abordar la conversación en la que Silván informaba en tiempo real al empresario José Luis Ulibarri sobre la marcha de una mesa de contratación, el Alcalde rechazó dimitir, pidió disculpas por si algún ciudadano hubiera sentido "desasosiego" y ofreció a Ciudadanos presidir una comisión de investigación sobre el caso.

En sus argumentos, el Alcalde defendió que las conversaciones interceptadas con los empresarios Ulibarri y Ángel Luis García ("el Patatero") fueron algunas "de las tantas" que mantiene con miembros de la sociedad leonesa, "siempre en el marco de la legalidad".

Aunque dimitió de su cargo como concejal de Infraestructuras y Deportes, López no ha entregado su acta de edil. Sin embargo, afirmó ayer que lo hará para no ser la "coartada" de Ciudadanos para apoyar la moción de censura del PSOE.

Ciudadanos celebra que su posición se haya impuesto "al inmovilismo del PP y a la esterilidad política de la protesta del PSOE".