Las oleadas de robos en viviendas vacías durante las vacaciones de verano ya no son lo que eran en Oviedo. Los cerrajeros de la ciudad aseguran que sus intervenciones en este tipo de casos se han reducido en un 70% respecto a hace dos años y que son la mitad de los atendidos en 2017. Los profesionales atribuyen la mejoría de las cifras a la actuación policial que permitió desmantelar varias bandas organizadas de ciudadanos georgianos que actuaban en la capital del Principado, pero advierten de la necesidad de no bajar la guardia y de tomar precauciones frente a sucesos que, aunque en menor medida, siguen produciéndose.

En los dos últimos años, los veranos se convirtieron en un calvario tanto para numerosos vecinos como para los policías. Los agentes reconocieron en 2017 haber llegado al punto de no dar abasto para atender el elevado número de denuncias, tanto de asaltos a viviendas como por la colocación de testigos de plástico en los marcos de las puertas, para detectar residencias vacías durante largos periodos vacacionales.

Sin embargo, los cerrajeros, cuya participación es imprescindible para sustituir las cerraduras dañadas, afirman estar viviendo el verano más tranquilo del último lustro. Las continuas llamadas registradas en julio y agosto de los dos últimos años parecen haber remitido. "Hay casos contados y muy esporádicos", explica el cerrajero profesional Félix Tapia, quién achaca la mejoría de la seguridad en Oviedo a las detenciones practicadas por la Policía en el último año.

Según otros representantes del sector, la intensa actividad de los agentes de la Policía Nacional podría haber ahuyentado a los cacos. "Al parecer, hay indicios de que este año prefirieron otros destinos como Valencia", declara el cerrajero Miguel Antonio Valle, que en los veranos anteriores vio como la gran oleada de robos le dejaba sin existencias. "Acabamos con todas las cerraduras de seguridad del almacén", sostiene este profesional.

Estas impresiones son refrendadas igualmente por la empresa Cerrastur, cuyos trabajadores tienen calculado el impacto del cese de los robos masivos en el sector. "El número de intervenciones de este año apenas llega al 30% de hace dos años y al 50% del 2017", indica la responsable de comunicación de la empresa, Rebeca Marcos.

La situación es extrapolable al resto de la región, pues el número de incidencias de este tipo detectadas en otras localidades asturianas va en la misma línea. "Es un cambio de tendencia general, está claro que la Policía detuvo a quién tenía que detener y ahora se está notando para bien", concluye Marcos.