"Oviedo es el lugar en el que se cruzan muchos caminos: caminos de tradición, como los dos trazados que llegan a Santiago y que aquí se cruzan, caminos de futuro donde la innovación y el talento toman el protagonismo, caminos hacia una nueva urbanidad más sostenible, más social, más cercana a la ciudadanía. Y, por supuesto, caminos de igualdad y solidaridad transversales a los anteriores". Esta es la presentación del stand institucional del Ayuntamiento de Oviedo en la Feria de Muestras de Asturias (Gijón), por el que pasan a diario más de 3.000 personas.
Camino Sofía de la Guerra, coordinadora del pabellón, no duda en señalar que la realidad virtual es el gran aliciente que presenta Oviedo este año en la cita estival gijonesa, orgullosa ante los numerosos halagos que recibe la exposición y por la notable afluencia de visitantes que se adentran en el espacio dedicado a la capital asturiana. "El poder escanciar sidra o preparar una fabada virtualmente está siendo todo un éxito, pero, es que, además, los asistentes también pueden visitar la Catedral o a Santa María del Naranco y sentir que están realmente allí", explica la responsable del stand.
El trazado del Camino de Santiago, con grandes pantallas donde se detalla su itinerario, y el proyecto del carril-bici con el que contará la ciudad son otros de los recursos del pabellón que mayor interés provocan. Es el caso, por ejemplo, del ovetense Hilario García. "Destacaría que este año el stand es muy variado y tanto a mi mujer como a mí nos han encantado los paneles de la exposición del Prerrománico", comenta. Otros, como Julián Alonso y Pilar Aldecoa, es la primera vez que asisten a la Feria y sólo indican como pequeña mejora para próximas ediciones que les hubiese gustado contar con una pequeña guía para que les acompañase durante el trayecto.
Anécdotas
Esta primera semana de actividad ya ha dejado varias anécdotas "curiosas" en el stand ovetense, según comenta su coordinadora. "Hace unos días estuvieron un grupo de monjas y era muy interesante ver cómo utilizaban la tecnología con la impresión 3D. Se quedaban asombradas y para ellas era otro mundo", explica. Pero la visita que más le llamó le la atención y le sorprendió fue la de un emigrante asturiano en Venezuela. Con 92 años y con Oviedo en el corazón desde pequeño, hacía muchos años que no venía a Asturias y las gafas de realidad virtual consiguieron devolverle a su infancia. "Se emocionó al verse otra vez en plena Catedral o al recordar con los paneles el significado y esencia de la ciudad", indica De la Guerra.
