Un palacete de estilo afrancesado se mantiene erguido en medio de la avenida Galicia. "Villa Magdalena", el edificio histórico de un siglo de edad, es uno de los centros sociales más desconocidos de la ciudad a pesar del amplio programa de actividades con el que cuenta y de su céntrica ubicación.
Los jardines que rodean al centro social se llenan de personas que pasean con perros a cualquier hora del día. Otros vecinos prefieren sentarse en los bancos a leer, escribir o dejar pasar el día. También los turistas se acercan curiosos a "Villa Magdalena" y se sorprenden al descubrir que es un centro social. De puertas para adentro, la antigua propiedad de la familia Figaredo hasta su rehabilitación en 1999 por el Ayuntamiento de Oviedo cuenta con numerosas salas para acoger las actividades de coro, los talleres de pintura, de memoria o encuadernación que se realizan a lo largo del año. Ahora en verano es de los pocos centros que tienen a sus usuarios habituales entretenidos con el curso de informática, los sábados, y el taller de cine y cortometrajes de los lunes y los viernes.
Aquellos que pasan su día en el centro social son fieles. "Prefiero venir aquí a pasar una hora y media de mi vida antes de estar por los bares", indica Juan José García, un vecino de San Claudio que admira "Villa Magdalena" "por lo bonito que es". Comparte sala de lectura con Julio José Espina, un jubilado que aprende inglés por las tardes en la sala de ordenadores gracias a Youtube. "Comencé a aprender idiomas en el centro y ahora me matriculé en la Escuela de Idiomas para conseguir el título", afirma.
Por las tardes, el salón de juego se llena con el paso de las horas por el grupo de mujeres que se reúnen en torno a varios tableros de parchís. Una de las jugadoras, Lola, inauguró este centro social junto a su hermana y desde entonces no han fallado nunca a su partida de parchís. "Al principio no había actividades", cuenta esta usuaria al recordar los primeros días del centro.
En el sótano está la Biblioteca municipal, donde muchos se pasan la tarde estudiando rodeados de libros. Además de literatura, también hay un catálogo de películas que Lidia Rodríguez, vecina de la zona y habitual desde hace tres años, suele ojear: "Suelo venir a esta biblioteca porque tiene un catálogo muy bueno de películas clásicas". Asegura que es muy complicado encontrar cintas "de autor" y que en "Villa Magdalena" "no son tan comerciales".
Las asociaciones que se reúnen en este centro social son uno de sus pilares. Tal es el caso de la Asociación de Celiacos o la Asociación Iberoamericana Cinematográfica, que oferta el curso de cine. Otro de los puntos fuertes del palacete es el espacio cedido para la compañía "Odisea Teatro", que ensaya en una de las salas del edificio. Y, por cierto, con mucho éxito: el grupo consiguió el premio a la mejor escenografía y nominaciones a mejor dirección en el Festival de Teatro Amateur "Ciudad de Oviedo".
