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La Enredadera que divide al tripartito

PSOE e IU acusan a Somos de usar la investigación con fines electorales y Taboada dice que los socios bloquearon la personación en el caso

Ana Taboada y Wenceslao López. CAROLINA DÍAZ

Cuando Rubén Rosón (Somos) se ausentó de la reunión del tripartito en la que pactaban la estrategia para abordar el "caso Enredadera" de presuntas irregularidades en contratos de Seguridad Ciudadana, nadie imaginaba que sería el punto de partida de uno de los mayores enfrentamientos en el seno del tripartito en sus tres años largos de vida. Con el resto de ediles todavía sentados a la mesa, Rosón bajó a los soportales del Ayuntamiento y adelantó en solitario a los medios de comunicación las principales conclusiones del encuentro: avanzó que el Ayuntamiento se iba a personar en la causa y que fiscalizaría todos los contratos de la Policía Local y de los Bomberos de los últimos diez años. También lamentó que los socios (PSOE e IU) no hubiesen aceptado el nombramiento de un director general ajeno a la Administración municipal para, según indicó, "sanear" el área de Seguridad, dirigida por el concejal socialista Ricardo Fernández. Cuando transcendió el motivo de la ausencia del edil de Somos, la reunión quedó suspendida de inmediato a instancias de IU. La tensión estaba desbordada.

Aunque el "caso Enredadera" ha enervado al tripartito desde el mismo día 3 de julio en que la UDEF registró varias dependencias municipales, con el ya exjefe de la Policía Local, José Manuel López, y el subinspector Fernando Corzo investigados por el Juzgado de Badalona por su presunta participación en la trama corrupta, el estallido de esta nueva crisis interna comenzó a fraguarse en el Pleno del jueves día 2. Con Somos insistiendo en la necesidad de que el municipio se personase en la causa judicial, el concejal de Ciudadanos Luis Zaragoza aprovechó el turno de ruegos y preguntas para interpelar al Alcalde por si, en efecto, el Ayuntamiento iba a ejercer la acusación. Cuatro días antes de la reunión en la que se decidió que sí, la contestación del socialista Wenceslao López (PSOE) fue textualmente ésta: "Es un asunto ya tratado con la asesoría jurídica de este Ayuntamiento y, al menos -dado el momento procesal en que está el caso- no ha lugar a personarse en este momento, dado que está todavía en un momento en que -según la asesoría jurídica- no tenía sentido, no tenía ninguna posibilidad esa personación".

Providencia del Alcalde

Apenas 48 horas después, el sábado día 4, LA NUEVA ESPAÑA desvela parte del sumario de "Enredadera" y, entre otras informaciones, da cuenta de que los capos de la trama habían contactado con políticos asturianos con el objetivo de que ejercieran de "abrelatas" ante las administraciones públicas. Esa misma mañana, Wenceslao López firma una providencia en la que requiere de la Abogacía municipal un informe sobre la "posición procesal" que debe adoptar el Ayuntamiento ante la gran variedad de hechos de naturaleza delictiva que parecen derivarse del "caso Enredadera" y que podrían afectar al propio Consistorio. Los servicios jurídicos reaccionan con inusitada rapidez y el informe ya está sobre la mesa de los concejales el lunes por la mañana, antes de la reunión política que acabó de forma intempestiva por la fuga de Rosón. Los letrados aseguran en su análisis que el Consistorio está en condiciones de personarse en la causa como acusación particular. No recomiendan dar el paso, ni tampoco no hacerlo. Más bien alertan de la gravedad de adoptar tal decisión, por cuanto supone situarse frente a dos empleados municipales cuando aún no ha culminado la instrucción.

La decisión de la personación y de abrir la investigación se tomó en reunión del lunes 6 y se hizo oficial en la Junta de Gobierno del jueves siguiente, una sesión que, a pesar de un acuerdo que parecía devolver las aguas a su cauce, lo que hizo fue echar más leña al fuego del abierto enfrentamiento entre PSOE e IU y Somos. Tras la sesión, la socialista Ana Rivas, entonces alcaldesa en funciones, calificó de "absolutamente impresentable" que la marca local de Podemos insista en que la personación judicial debería de haberse realizado hace un mes, tras el registro de la UDEF. Si la descalificación de Rivas elevó el tono de la disputa, la intervención de Rosón tras la Junta de Gobierno puso de manifiesto con toda crudeza la ruptura interna a cuenta del "caso Enredadera". Sin plantear previamente el asunto a sus socios, el edil de Somos aprovechó su comparecencia ante los medios para anunciar la investigación de los contratos del área de alumbrado, que depende de la socialista Rivas. Todo, porque a las licitaciones para sustituir las luminarias isabelinas acudió Aluvisa, una compañía que aparece de manera recurrente en el sumario de "Enredadera", pero que no figura como investigada.

Rédito político

PSOE e IU sostienen que detrás de la actitud de Rosón y de Somos hay una evidente intención de sacar rédito político al caso, tratando de aparecer como paladines de la lucha contra la corrupción.

Los últimos capítulos que han subido la temperatura de la división interna a niveles prácticamente inéditos en lo que va de un mandato ya de por sí movido se han escrito en LA NUEVA ESPAÑA. Abrió fuego Taboada con un artículo en el que aseguraba que si sus socios hubiesen aceptado la creación de una dirección general para el área de Seguridad Ciudadana "quizás nos hubiéramos ahorrado el bochornoso espectáculo de la UDEF entrando, otra vez, en la institución que representa a toda la ciudadanía de Oviedo". Además, lamentaba que se hubiera "bloqueado durante casi un mes" la personación en la causa judicial. Al día siguiente, Iván Álvarez (IU) acusó a Somos de usar la corrupción "como combustible electoral". También replicó a Taboada el socialista Ricardo Fernández, para advertirle de que "la laceración permanente" de sus socios "beneficia a las posiciones reaccionarias que dice combatir". Tanto Álvarez como Fernández subrayaron que el Consistorio se personó en la causa en cuanto pudo hacerlo y rechazaron de plano que las direcciones generales sean una solución para éste o cualquier otro problema municipal.

Los tambores lejanos de guerra y ruptura que se han escuchado más de una vez a lo largo del mandato suben de intensidad con el "caso Enredadera" y amenazan con hacerse atronadores según se vaya acercando una cita electoral que ya está a la vuelta de la esquina.

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