La empresa madrileña RyA Residencial quiere especializarse en los estudiantes del examen de Médico Interino Residente (MIR) y hacia ellos tiene pensado dirigir en exclusiva la residencia que quiere construir en los terrenos del viejo HUCA. Son también los promotores de la futura residencia del campus de Viesques, en Gijón, y aspiran a hacerse con un nicho de mercado que tiene como potenciales clientes a los 1.200 aspirantes a facultativo que eligen Oviedo para formarse cada año. Así lo anunciaron ayer trabajadores de la asesoría de inversiones asturiana Invertresa durante una reunión mantenida con miembros de la asociación de vecinos La Muria-Fuertes Acevedo, en el Hotel Reconquista.
El proyecto, desvelado ayer por LA NUEVA ESPAÑA, descartaría la posibilidad de construir una residencia intergeneracional como la planteada en el proyecto "HUCAMP!: la campa de todos", ganador del concurso de ideas impulsado por el Principado para los terrenos del viejo complejo sanitario. La previsión inicial es de una inversión de entre 8 y 10 millones de euros para habilitar 400 plazas. "Es una estimación, puesto que necesitamos conocer los detalles técnicos del edificio", explicó el director de la empresa intermediaria, Carlos Fuentes, que acudió al encuentro acompañado por el coordinador comercial de Invertresa, Julio Martín.
Los empresarios destacan la demanda existente de un equipamiento de las características que proponen para lanzarse a una inversión que esperan exitosa. "Hay un nicho de mercado de 1.200 jóvenes de unos 26 años necesitados de un lugar que se acople a sus características", indicó Fuentes, descartando incluir en la primera fase habitaciones para estudiantes de otras titulaciones. "El perfil del estudiante del MIR no es el mismo que el de primero de carrera", subraya el experto en inversiones.
Sostienen, no obstante, que no se cierran a a otras demandas. "No renunciamos a una residencia de mayores y otra de estudiantes en general, pero en edificios separados", sostienen en relación a las posibles ampliaciones barajadas para el largo plazo para acoger hasta 2.000 personas tras una inversión de unos 30 millones de euros.
Sin embargo, los inversores piden cautela y recuerdan que, de momento, se trata de los primeros contactos para una apuesta empresarial que precisaría de una cesión de espacios públicos por 50 años con una renta progresiva según vayan creciendo los equipamientos.
