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Los cantantes de "Fuenteovejuna": "Será algo muy distinto a lo visto hasta ahora"

La soprano Mariola Cantarero y el barítono Damián del Castillo anuncian muchas sorpresas para el esperado estreno del día 9

Mariola Cantarero y Damián del Castillo, en el Campoamor. DIANA ARANA

Andrea G. TORRES

"La primera vez que vi la partitura de "Fuenteovejuna" me dio vértigo, pero me dije: ¡voy a poder, venga!", explica la soprano Mariola Cantarero entre risas. Junto a ella, el barítono Damián del Castillo, también hará historia el próximo día 9, cuando se estrene la esperada ópera "Fuenteovejuna", del compositor asturiano Jorge Muñiz y el libretista Javier Almuzara. Aunque sus personajes, Laurencia y Fernán Gómez, son antagónicos, ambos artistas tienen en común que ésta es la primera vez que se enfrentan a una partitura de operística de nueva creación.

"Es la primera vez que voy a estrenar una ópera y es la primera vez también que me involucro en un proyecto de música contemporánea", asegura Cantarero, quien menciona que para ellos el "bel canto" es el estilo en el que mejor se desenvuelven.

Ambos coinciden en que uno de los grandes logros a la hora de ensayar "Fuenteovejuna" y preparar desde cero una ópera nueva, que va a ser un estreno absoluto, ha sido el poder montar música, texto y escena "todo de la mano, como si fuera una trenza". Es lo que le ha dado el sentido de obra total a la partitura, comenta Damián del Castillo.

"Cuando comienzas a estudiar "Fuenteovejuna" vas como con temor, a ver qué es esto, porque no hay ninguna referencia que te pueda guiar", apunta del Castillo, porque, a diferencia de lo que ocurre con el repertorio operístico más conocido, aquí no hay ninguna grabación a la que acudir, "pero precisamente ahí está lo chulo del proyecto" asegura Cantarero. "Si no hay ningún precedente, somos nosotros los que vamos a crear algo único que no se ha visto nunca antes", señala.

Ambos coinciden en que lo más preocupante en un principio era saber si por la extensión vocal podían cantar esta nueva ópera. Una vez pasado este punto, el poder trabajar codo con codo con el compositor de la ópera es un aliciente para cualquier intérprete, apunta Damián del Castillo.

"Nos hemos sentido como cuando Bellini o Donizetti estaban en los teatros y trabajaban con los cantantes, les arreglaban las cadencias o les cambiaba algunas partes de la música para mejorar la representación", explica Cantarero. "Nosotros hemos trabajado con Jorge Muñiz en esa misma línea, y cuando alguna cosa no le va bien a alguno de los cantantes tiene la posibilidad de proponer una modificación leve y el compositor la acepta de buen grado", prosigue del Castillo.

Ante la pregunta de a qué suena "Fuenteovejuna" no hay unanimidad. Para Damián del Castillo es "una fusión de ritmos tremenda. El espectador va a escuchar mucha música que va a identificar". "No podemos hablar de música contemporánea en esta ópera e identificarlo con esa música ardua de escuchar", expone Cantarero. "Aquí hay melodías muy amables, otras que van a agitar al público. Aquí vamos a tener jazz, salsa, merengue?", describe. "Y un bolero", apunta Del Castillo.

Ambos están de acuerdo que esta ópera deja constancia de los muchos años que Jorge Muñiz lleva viviendo en Estados Unidos, y, para Cantarero, eso se deja sentir en "el aria funky" con el que se presenta su personaje. "Además, yo, como andaluza, he encontrado muchos quiebros copleros, andaluces, que no dejan de ser un guiño importante a Fuenteovejuna, que no olvidemos que, al fin y al cabo, es un pueblo cordobés".

Desde el punto de vista técnico, los papeles de Laurencia y de Fernán Gómez "son muy difíciles, muy extremos, con muchos agudos y cambios de registro", aclara Cantarero. "Recuerdo que el maestro Muñiz nos dijo un día que esto es como el "bel canto", y yo he querido abordarlo técnicamente como si en realidad lo fuese", concluye.

"La verdad es que el papel de Laurencia es exigente a más no poder", asegura Del Castillo. Ambos cantantes reconocen que el trabajo para sacar esta ópera adelante durante casi un mes ha sido muy intenso. "A medida que ha ido pasando el tiempo es un tema que a mí me ha abducido", subraya Cantarero. "Al final, vamos a terminar todos enamorados de "Fuenteovejuna"", añade Del Castillo, para quien hacerse con el carácter malvado del personaje de Fernán Gómez, "que cree que todo le corresponde por derecho", ha supuesto también un reto. "Sobre todo, porque soy bastante tranquilo, porque dicen de mí dicen que soy bueno y lo he conseguido al final, gracias también a la ayuda de Miguel del Arco, que es el director de escena", apunta.

Son muchas las sorpresas que esconde esta ópera, según comenta Cantarero, pero no se desvelarán hasta el día del estreno de la ópera.

"Yo solo diré que si la ópera es el arte completo que reúne todas las artes posibles, aquí se une un arte más: el cinematográfico", sentencia la soprano. "Será algo muy distinto a lo que se ha visto en la ópera hasta ahora", afirma a su lado Damián del Castillo.

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