Por tercer año consecutivo Jesús Ángel Arévalo se sentó al piano en la plaza del Paraguas y puso música a un clásico del cine mudo. Antes fue "El Hombre Mosca" de Harold Lloyd y "Luces de Ciudad" de Charles Chaplin y ayer lo hizo con "El maquinista de la General" de Buster Keaton. El título programado dentro del ciclo de cine al aire libre que desde hace cuatro años organiza la asociación de vecinos del Antiguo "Oviedo Redondo" congregó a un numeroso público, muchos vecinos del casco histórico pero también gente llegada de lugares más distantes de Oviedo para disfrutar del cine y la noche.

En esta ocasión Arévalo se hizo con una pianola Weber de 1932 "para darle sabor" al espectáculo. La película, que fue estrenada en Estados Unidos en 1926, está ambientada en la Guerra de Secesión y contiene muchas escenas en las que Keaton, el protagonista, aparece solo con su locomotora. Eso hace, según Jesús Ángel Arévalo, que resulte "difícil de acompañar al piano". El músico compuso la música que sonó ayer en el Paraguas, manteniendo el tema original asociaciado a la máquina.

Arévalo acompañó la proyección sentado al piano con traje y una gorra similar a la que viste Buster Keaton en la película. "Me hace mucha ilusión y disfruto mucho tocando en el Paraguas", comentó unos minutos antes de comenzar su interpretación. Previamente, se había proyectado el mediometraje francés "Le ballon rouge", con el que Albert Lamorisse ganó un Óscar en 1956 y la Palma de Oro en Cannes en 1957.

El ciclo cinematográfico de "Oviedo Redondo" ha reducido sesiones en esta edición. Los recursos económicos y de personal de los organizadores son ajustados, y se ha primado el cine asturiano, con la proyección de "El secreto de Marrowbone", de Sergio G. Sánchez, y la música en directo. El ciclo acaba hoy con el pase de la comedia alemana "Toni Erdmann", como siempre a las nueve y media de la noche.