El día grande de las fiestas de Nuestra Señora de Covadonga en el Centro Asturiano, en el Naranco, fue toda una celebración de asturianía, con cientos de socios en la procesión y en la misa en honor a la patrona, degustaciones de productos de la región, de sidra del propio llagar y con una fabadona de cuatrocientas raciones como remate, que fue repartida y disfrutada en familia en la carpa instalada en el recinto. El presidente del club, Alfredo Canteli, se paseó estrechando manos y recibiendo felicitaciones por su gestión. No hubo representación municipal -a excepción del concejal del PP José Ramón Pando-: "Pasan del Centro y a mí me duele muchísimo, pero seguimos viviendo", comentó Canteli. Para el curso que acaba de empezar se ha puesto un par de retos. El primero, tener acabado el nuevo gimnasio en abril de 2019 y el otro subir la cifra de socios, que cayó en un cinco por ciento durante los años de la crisis y que ahora está en los 17.400. Tiene en mente alguna obra en el club de campo, pero el proyecto aún necesita madurar.

José Luis Álvarez Valdés, el Padre Valdés, ofició la misa por la Santina en el Teatro de los Bolos, y tuvo muy presente en su homilía la jornada histórica que estaba protagonizando ayer Asturias, con la visita de los Reyes y la Princesa de Asturias a Covadonga. "Hoy los asturianos estamos orgullosos y agradecidos de su presencia", dijo. Recordó luego que en 2018 se conmemoran 40 años de la Marcha a Covadonga del Centro Asturiano y habló también del espíritu que debe reinar en el club social ovetense. "El Centro Asturiano tiene que ser un modelo de comportamiento humano. Sed felices y compartid esa felicidad con todas las familias", animó a los socios y a la directiva.

En la procesión, que salió a las doce y media de la mañana, participaron los gaiteros de "La Xordia" y la banda del Regimiento de Infantería "Príncipe" n.º 3. Al terminar la misa, el coro del Centro Asturiano, que acaba de emprender una nueva etapa bajo la dirección de Ángel Pola, entonó el himno de Covadonga.

Al acabar las celebraciones religiosas, los festejos se trasladaron al otro extremo del recinto. Bajo la carpa de la fiesta Mandi Armengoz y otros dos cocineros, todos del cátering "Moka", de Gijón, tenían a punto una fabada de 44 kilos de fabes, 13 de panceta, 9 de lacón, 13 de morcilla y otros tantos de chorizo. Enfrente, se servía la sidra producida por el Centro Asturiano. Hubo vino de Cangas, café y chupitos. Todo de la región.

Las fiestas del Centro Asturiano acaban hoy con el Día del Invitado y el reparto del bollo.