Vueltas, renuncias, impugnaciones y, al final, una de las casetas de hostelería que se instalarán en el paseo del Bombé ha quedado vacante. En total, habrá dieciséis puestos y no catorce como estaba previsto en un primer momento, ni doce, que resultaron adjudicatarias en el primer sorteo, ni diecisiete, como se anunció ayer al ampliar la Fundación Municipal de Cultura el número de casetas "para que nadie se sienta perjudicado", en palabras del concejal de Festejos, Roberto Sánchez Ramos.

La Fundación Municipal de Cultura sacó a concurso catorce casetas a las que se presentaron un total de veintiún empresarios hosteleros. Finalmente, tras varios errores, se adjudicaron doce. Cultura tuvo que anunciar que se instalarían cinco nuevas casetas, ya que se habían denegado aludiendo deudas con Aqualia que al final no existían. Ante esta situación se optó por aumentar el número de puestos disponibles a diecisiete. Ayer se celebró un sorteo para adjudicar esas cinco nuevas casetas, pero no se pudieron conceder todas debido a la renuncia de algunos aspirantes y a que otro de ellos no estaba al corriente del pago de la "viñeta". Así que finalmente el paseo del Bombé tendrá dieciséis casetas de hostelería.

El rocambolesco procedimiento, con errores tanto del Consistorio como de los aspirantes, ha generado críticas de la Asociación de Hostelería de Asturias (Otea) y del Partido Popular.