La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Alcalde de Oviedo, a la cabeza del grupo municipal socialista

Wenceslao López: "El nivel de provocación no puede llegar a romper el tripartito, sería una temeridad"

"Para volver a ser candidato ha tenido un peso importante que la familia lo aceptara, eso para mí tiene un valor incalculable, por el sacrificio"

Wenceslao López, ayer, en el despacho de Alcaldía. IRMA COLLÍN

Wenceslao López afronta la recta final del mandato tras haber anunciado ya que optará a ser, de nuevo, candidato a la alcaldía de Oviedo por su partido, el PSOE.

-Bueno, precandidato. El partido debe confirmarlo todavía. Es bueno que no haya candidatos de forma automática, que el partido tenga que evaluarlo.

- ¿Qué ha pesado más para decidirse, al final, a repetir?

-Hay aspectos políticos y familiares. El familiar es un peso fundamental. Que la familia acepte que yo continúe en política tiene para mí un valor incalculable, más cuando sé que es un sacrificio importante.

- ¿El político?

-Percibo en la calle una aceptación importante a lo que estoy haciendo, y eso importa, porque si percibiera que no tuviera una nota aceptable no repetiría. Además, está mi amor a Oviedo y al socialismo.

- ¿Qué le dicen exactamente los ciudadanos en la calle?

-Le doy mucha importancia al lenguaje corporal, al gesto más que a la palabra. Con una sonrisa o una mirada se dice a veces mucho más.

- ¿Y qué espera de ellos?

-Yo espero que la ciudadanía vea que nuestra gestión es buena y que nos dé la mayoría a la izquierda, una mayoría progresista, que es lo que hay en Oviedo.

- ¿Quiénes son progresistas?

-De momento hay tres partidos, nada más.

- Usted dijo que conforme se aproximaran las elecciones, las cosas se pondrían más complicadas en el gobierno. ¿Cuál es la situación actual?

-La experiencia de Oviedo es novedosa, compleja, inédita y apasionante. Y es cierto que a medida que se aproximan las elecciones los motores se calientan y los tiempos son más convulsos. Coinciden, además, con tiempos convulsos a nivel nacional y autonómico. Todo eso afecta a la ciudad y soy consciente de que se va a complicar más. Pero por ello hay que tener más tacto y ser más riguroso, porque tenemos una responsabilidad frente a los ovetenses que no podemos frustrar. Sería un gravísimo error que esa mayoría progresista se frustrase. Estamos obligados a que este proceso acabe de forma exitosa.

- Defina "exitosa".

-Que este Gobierno debe funcionar como un equipo de gobierno, que aunque somos tres y cada uno tenga su identidad, que no afecte al equilibrio. Y que tampoco tiene sentido pretender calentar motores a más de nueve meses de las elecciones porque estaríamos haciendo un flaco favor a Oviedo. Lo que toca ahora es trabajar.

- No es lo que sucede siempre. ¿Se ha llegado a plantear dejar sin competencias a sus socios? Sus atribuciones como Alcalde se lo permitirían.

-Sería una temeridad. El nivel de provocación no puede llegar a esa temeridad. Hasta ahora ha habido errores más bien mediáticos. Y confío en que cada uno sabrá que hay cierto tipo de errores que no conviene repetir, porque no beneficiaría a nadie. Puede haber disparidad, pero entrar en dinámicas de confrontación y de concejales de distintos grupos criticándose uno al otro es entrar en una espiral que frustraría a la ciudadanía. Si alguna vez se ha cometido ese error, estoy convencido de que se va a corregir.

- ¿Cómo?

-Tenemos que hacer el esfuerzo retrasar al máximo, hasta el último momento, los intereses partidistas, para que no afecten al gobierno, y eso es un esfuerzo de todos. Yo por mi parte estoy dispuesto y seré el primero en dar ejemplo. Pero no por ello tengo que soportar actitudes que sean una provocación. Como Alcalde eso no se puede consentir, por respeto a la alcaldía. Si no lo hacemos, nos perjudicará a los tres, y nos premiarán si somos capaces de conseguir retrasar al máximo la confrontación. Quién no lo entienda así, tiene un problema.

- ¿Eso mejorará la gestión?

-Los fallos que puede haber a nivel de gestión tengo muy claro que no son la culpa de ningún responsable del gobierno municipal.

- ¿Entonces?

-Hay un escenario pésimo para gobernar. Lo dicen todas las administraciones. Incluso ahora ha llegado el cambio en la ley de contratos. Te eternizas en cualquier proceso. Hay un problema importante que hay que revertir, los Ayuntamientos tenemos un marco legal que está hecho para acabar con el municipalismo, para que las obras no se puedan hacer en tiempo y forma. Para que lo que debería llevar tres días nos lleve tres años.

- Y la falta de personal, sí, pero usted rechaza los atajos que le ofrece socios, como la contratación de directores generales. ¿Por qué?

-El problema del Ayuntamiento a nivel de personal no es por arriba, es por abajo. Necesitamos remeros, no capitanes; trabajadores que hagan los pliegos, verifiquen contratos, redacten bases, revisen obras. Necesitamos la parte más productiva de la actividad municipal. No necesitamos gente que dé órdenes, sino gente que las ejecute. Yo podría enseñarle ahora listas de trabajadores municipales que tienen 70, 80 o 90 tareas pendientes. Es el técnico, no el directivo, el que está a tope. Es una cuestión de organización. En mi vida profesional he dirigido cientos de proyectos en las más importantes empresas asturianas, durante 26 años he vivido fundamentalmente de resolver sus problemas, así que sé algo de esto y entiendo bien la problemática.

- Entonces, si usted no fuera el Alcalde y le contratasen ahora para auditar los problemas de gestión en el Ayuntamiento, ¿a qué conclusiones llegaría?

-Lo tengo bastante claro. Una de las cosas que hecho en cuanto he llegado a aquí es crear un área que se llama Peotic. "Planificación estratégica, organización, y tecnología de la información y de las comunicaciones". Eso quiere decir que el Ayuntamiento es como una empresa en la que hay una organización vertical, jerárquica, y horizontal, de colaboración entre áreas que lleva años sin actualizarse, y por eso quería reorganizarlo, para hacer que el Ayuntamiento sea lo más eficiente posible. El problema es que sólo tengo una persona en ese área. Esa es la gran tarea pendiente, la optimización de los recursos humanos que tenemos.

- ¿Pero esto no le pasa a otros ayuntamientos?

-Este año está siendo y va a ser el más complicado, ya lo advertí. Porque, aparte, coincide con lo de la SOF. Ahora tenemos que hacer festejos con el mismo personal pero dentro del órgano municipal, adaptados a la ley de contratos. Otros ayuntamientos tendrán esa ley, pero no todos tendrán una SOF, sino unos recursos que ya conocían. No estoy justificando retrasos que seguro que se podían haber evitado, pero el escenario es malo.

- Podían haber pensado con tiempo en una empresa mixta para los festejos.

-Sí, yo lo plantee, una empresa mixta con el sector privado para festejos y turismo. Pero legalmente tardas en montarlo unos dos años, así que, o lo haces al principio del mandato, o no llegas.

- En el tiempo que queda. ¿Cuáles son las prioridades?

-Tenemos presupuestados bastantes más proyectos de los que pueda soportar la maquinaria municipal. Así que hay que retrasar algunos para no sobrecargar la máquina. Y diferenciar la parte de obra que se pueden hacer antes de final de mandato, como centros sociales y equipamientos educativos y deportivos, y la que conviene ir impulsando, la que no puede parar. Por otra parte, Oviedo no había tenido proyectos de tanto calado: El Cristo/Buenavista y algo que se mucho más que un Bulevar y que incluye la fábrica de La Vega.

Compartir el artículo

stats