No hay comercio ni local hostelero en San Claudio en el que no haya hojas para recoger firmas en contra del centro de acogida para Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) de Loriana. Las denuncias de una menor de la localidad -que dice llevar dos años sufriendo acoso por parte de jóvenes residentes en la citada institución- han hecho saltar las alarmas en un pueblo volcado con la familia de la víctima, que ha iniciado una campaña en busca de apoyos para exigir la clausura o el traslado del centro. La propia madre de la menor, Carmen Villaverde, es la encargada de repartir los impresos por San Claudio. El encabezamiento dice así: "No queremos este centro, no queremos más delincuencia, no queremos vivir con miedo. Lo que queremos es recuperar la tranquilidad".

Ana García, que tiene una floristería, lo tiene muy claro. "En San Claudio no vamos a permitir que atemoricen a las niñas. Todo el mundo habla del caso de esta niña y el pueblo va a apoyar a la familia en lo que sea necesario porque no se puede consentir", explicaba esta misma tarde al tiempo que recogía la hoja de firmas de manos de Carmen Villaverde. "Este no es un episodio aislado. Los jóvenes del centro causan problemas a diario. La gente les tiene miedo, sobre todo los mayores y los niños. Hay veces que vas en coche, se te plantan en medio de la carretera y tienes que parar para no tener problemas con ellos", añade.

Geli Nava, propietaria de una cafetería, también se expresa en la misma línea. "Yo también tengo hijas y por eso estoy indignada. Desde que salió la noticia los clientes no paran de hablar de ello y todos coinciden en la necesidad de hacer algo para que esta situación se termine cuanto antes", asegura. "Estoy harta de verlos pasar por aquí drogándose con pegamento. Lo hacen delante de mi hija, que tiene 12 años, y delante de quien sea. Y encima no puedes decirles nada porque se enfrentan a tí y te desafían", sostiene Nava.

Las quejas contra los residentes del centro de acogida de Loriana son una constante en San Claudio. "Todo el mundo tiene problemas con ellos y habría que hacer algo antes de que pase algo y las cosas vayan a más. El otro día tuve que llamarles la atención porque estaban molestando a unas niñas de diez años. Apoyaremos a la familia", afirma Dámaso Menéndez, el propietario de un taller de coches.