El presidente de la Asociación de Vecinos Fuente Pando de Pumarín, José Manuel Sariego, se puso ayer del lado de los hosteleros en sus protestas contra la instalación de una pulpería ambulante en la calle Picasso. El montaje hostelero consiste en un restaurante asador con venta de pulpo, marisco y otros productos gallegos. El representante vecinal, en la línea de la patronal hostelera Otea, considera que la instalación de la pulpería "es una competencia desleal" que no sólo afecta a los negocios, también a los vecinos. "El año pasado dejaron manchas de grasa en el suelo y bastante suciedad. No entendemos cómo el Ayuntamiento permite que se instale este tipo de negocio tan a la ligera cuando a los hosteleros locales les ponen mil pegas", dice Sariego.