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Nuevo escudo para dos archicofradías unidas por una misma sede

San Isidoro acoge hoy la solemne celebración del día de Nuestra Señora de los Dolores

El nuevo escudo tras la fusión de las dos archicofradías.

Real y Trinitaria Archicofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores en su Inmaculada Concepción. Este es el nuevo nombre tras la fusión de la Archicofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores en su Inmaculada Concepción con la Real Archicofradía de la Santísima Trinidad, ambas con sede canónica en la iglesia parroquial de San Isidoro el Real.

El Nuevo escudo, rodeado de por un Toisón de Oro y en la parte superior una corona real -ambos elementos inspirados en el escudo que hay en el púlpito de la iglesia de San Isidoro-, incorpora también la cruz de la orden de los Hermanos Trinitarios, y todo sobre el fondo azul de la Inmaculada concepción o Purísima.

Conserva, además, el corazón de gules clavado de siete puñales -Los siete Dolores de María- superado de una cruz de palo en su color y sudario de plata. Este es el resultado del trabajo realizado por el prestigioso heraldista andaluz Miguel Calvo Verdú.

"Con esta fusión evitamos que desaparezca la Real Archicofradía, con apenas una treintena de hermanos, y con una actividad religiosa que se centraba sólo en la celebración del triduo y en la festividad del día de la Santísima Trinidad", explicó a este periódico el hermano mayor de la ya Real Cofradía, Luis Manuel Alonso.

Una fusión realizada en fecha muy oportuna, coincidiendo con la semana en la que se celebran los últimos actos de la Archicofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores en su Inmaculada Concepción con este nombre.

Además, hoy sábado es su día grande, el de la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores. En la misa que se celebrará a las 20.00 horas, en la iglesia de San Isidoro, la hasta ahora archicofradía hará la recepción solemne del Lignum Crucis, como custodios, ya que esta reliquia es propiedad del Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias.

En el transcurso de esta celebración le será impuesta a la imagen de Nuestra Señora de los Dolores la medalla conmemorativa del 1300 Aniversario de la proclamación de Don Pelayo.

Se trata de una cruz que conjuga los esmaltes azul y blanco en representación, el primero, del Principado de Asturias y el segundo como recuerdo de la pureza de la Virgen de Covadonga.

La cruz pende de una corona real cerrada -que representa a la monarquía hispana de todos los tiempos- que está colgada de una cinta de color blanco y rojo carmesí, como recuerdo también de la sangre derramada por los guerreros astures que lucharon junto al rey Pelayo.

Esta gama cromática también coincide con la de los primeros "paños de la cristiandad" usados por los reyes de Asturias; que incluían un lienzo blanco cargado con una cruz, de la que la tradición cuenta que se dibujaba con la propia sangre de su portador.

La medalla y el diploma que la acompaña, es obra de otro importante heraldista y caballero pontificio, como es Fernando Martínez Larrañaga. Resumiendo, hoy será un gran día para celebrar y honrar a la Señora de Oviedo.

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