El nuevo menú de los colegios y su sistema de reparto despierta los recelos de las familias de los niños. Dudan que la comida sea de calidad y mantenga sus propiedades nutricionales después de que la empresa catalana Serhs Food Area la transporte en camión y pasteurizada durante los casi 1.000 kilómetros que separan Mataró de Oviedo. Sin embargo, la mayoría reconoce que sus hijos llegan a casa contando que los platos "saben bien" y "están más ricos" que los de antes.
La campaña de firmas puesta en marcha para exigir que el menú escolar se cocine en Asturias en vez de en Cataluña ha triplicado el número de apoyos en 24 horas. Si el domingo superaba las 1.500, ayer, al cierre de esta edición rozaba las 4.500. Vanessa Bize es la persona que puso en marcha la iniciativa en la plataforma change.org. Es madre de un alumno de quinto de Primaria en el colegio Parque Infantil, en la falda del Naranco. Su mayor reproche es que la comida se cocine en Cataluña. "No tiene sentido. Yo no critico que la empresa que lo gestiona sea catalana, pero lo lógico sería que elaborase los platos aquí con productos de la tierra. Es una forma de generar empleo en casa. Muchos han tenido que irse a buscar trabajo fuera de la región porque aquí no hay nada. No hay derecho".
Vanessa también critica la falta de política medioambiental del Ayuntamiento al haber adjudicado los menús a una empresa que debe recorrer dos veces por semana 918 kilómetros. "La cantidad de emisiones contaminantes que se emiten a la atmósfera con ese sistema no se han tenido en cuenta", comenta Vanessa, que presentará las firmas ante al Ayuntamiento en cuanto llegue a los 5.000 apoyos.
Los defensores del menú
La comida de la empresa catalana también ha recibido halagos. Ana Aza, presidenta de la Asociación de Madres y Padres (Ampa) del colegio Dolores Medio, le pone un sobresaliente. Al menos, en comparación con la comida de otros años: "Hay mucha variedad de platos. Antes los críos no olían ni la ternera ni el pescado. No me importa nada que se cocine en Cataluña o en la India".
Su homóloga en el colegio Lorenzo Novo Mier, Patricia García, destaca la buena comunicación que existe entre la empresa Serhs Food Area y las familias. "El responsable de área de la compañía siempre nos ha atendido y está dispuesto a recibirnos personalmente para resolver dudas".
Sin embargo, otros como Emma Menéndez, del colegio Germán Fernández Ramos, critican varios aspectos; desde el sistema de pago telemático de la empresa hasta una mala configuración del menú semanal. Por ejemplo, el hecho de que un día los niños hayan comido crema de verduras y fabada, "poco recomendable a nivel nutricional". Además, según esta madre, Serhs Food Area se ha quedado con el servicio de atención a madrugadores (niños que llegan al cole antes de la hora de inicio de las clases) dejando sin empleo a los anteriores trabajadores de pequeñas empresas. "No entiendo que una compañía que sirve comida, también atienda y cuide a los alumnos", añade.
