La muerte repentina de una mujer en una sala de espera del Hospital Monte Naranco en torno a las once de la mañana obligó a suspender varias consultas del complejo sanitario ante el revuelo generado en una zona en la que se encontraban numerosos pacientes, pendientes de ser atendidos.

La mujer, de avanzada edad, estaba esperando para entrar a una consulta con el anestesista para preparar una operación dermatológica cuando de repente comenzó a sentirse indispuesta y se levantó hacia el mostrador. De repente cayó al suelo de forma fulminante y varios profesionales sanitarios procedieron a intentar reanimarla sin éxito pese a numerosos intentos fallidos a lo largo de una hora.

El revuelo generado tanto por las labores de reanimación como para levantar el cadáver obligaron a suspender varias consultas como la de Ginecología, situadas en las proximidades del lugar donde se produjo el deceso.