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José Antonio de la Fuente, "Busta", vela por que los músicos "tengan el sonido y las luces que quieran" en la Catedral

José Antonio de la Fuente, "Busta", ayer, en el escenario de la plaza de la Catedral. MIKI LÓPEZ

José Antonio de la Fuente, "Busta" no se pierde un sólo concierto de San Mateo. La tarea forma parte de su trabajo. Este zamorano afincado en Asturias desde hace más de veinte años es el director técnico de los espectáculos en la plaza de la Catedral durante las fiestas. Elabora las especificaciones técnicas ("rider") que necesita cada artista o grupo para que "todos tengan el sonido o las luces que quieran" y se define a sí mismo como un árbitro que tiene que intentar contentar a todos: músicos, Ayuntamiento, normativa y público.

Busta cumple el refrán de ser cocinero antes que fraile porque primero fue músico. En los años ochenta tocaba el bajo y la guitarra en varios grupos y estudiaba en Madrid cuando le propusieron ocuparse de la parte técnica de "Nacha Pop". Entonces tenía una mesa de mezclas básica en casa y bastantes conocimientos específicos. Poco a poco fue subiendo escalafones en la parte B de los conciertos yéndose de gira con "Radio Futura", Tina Turner o Joe Cocker hasta ocuparse de la dirección y producción técnica de proyectos internacionales desde su empresa "Busta Producciones". Ahora, la memoria de la experiencia le permite contar varias anécdotas sobre su trabajo. Por ejemplo, la de Luciano Pavarotti.

La salud del tenor italiano estaba deteriorada y por eso era necesario habilitarle un gran camerino justo detrás del escenario, que le permitiera descansar en mitad del concierto caminando sólo unos pasos. "Hubo que enmoquetarlo, ponerle un sofá a medida y una mesa de mezclas. Incluso hubo que medir y contar los pasos que separaban el camerino del escenario", explica "Busta". En la lista de rarezas también hay caprichos imposibles. "Un grupo pidió tener un caballo en el escenario, y claro, se lo tuve que negar".

El director técnico de los conciertos de la plaza de la Catedral trabaja estos días una media de 18 horas. La hora de entrada y salida depende de las circunstancias. "Nunca apago el móvil", dice, "nunca se sabe lo que puede pasar". Alguna vez ha ocurrido que un artista ha perdido el vuelo a Asturias, mientras sus músicos sí han llegado a tiempo. "Hay que ser resolutivo y mantener la calma", comenta "Busta" al pie del cañón mientras supervisa que todo el material de "Def con Dos" está en perfecto estado.

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