"Una buena salud cardiovascular retrasa la aparición de demencias y en concreto del alzhéimer". Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Sergio Calleja Puerta, neurólogo del HUCA, que pronunció la conferencia titulada "La enfermedad del paciente de alzhéimer", en un acto organizado por la Asociación Democrática Asturiana de Familias con Alzhéimer del Principado de Asturias (ADAFA), con motivo del Día Mundial de la enfermedad.

"Estamos siguiendo teorías fisiológicas equivocadas y ahora se inician vías de investigación alternativas", aseguró el neurólogo, que se mostró crítico con la eficacia de los medicamentos y el papel adoptado por algunas entidades. Dejó claro que para el alzhéimer no hay cura, pero sí remedio. "En tanto llega ese fármaco curativo, necesitamos una sociedad fuerte, con apoyo a los pacientes", señaló. Y es que para el médico piloñés es fundamental que el paciente sea el protagonista de su propia enfermedad y que deje de tratársele como a un número más, en hospitales y consultas.

Entre los factores que hacen proclive la aparición de una demencia, Calleja señaló a los pacientes con ictus, antes o después de que lo hayan padecido. "Son personas en las que los vasos sanguíneos se han ido dañando a lo largo de los años". Calleja, que abogó por "poner en marcha la revolución de los pacientes", consideró clave la alimentación a la hora de prevenir este tipo de trastornos neurológicos. "Tanto el sobrepeso como la desnutrición son factores de riesgo. La dieta mediterránea lo disminuye", indicó. Otros factores tienen que ver con el cerebro. "Vivir solo o sentirse solo aumenta el riesgo de tener una demencia. La vida moderna que tiende a aislarnos influye. El nivel educativo es una de las mejores protecciones contra el desarrollo de la demencia".

Concha Mena, presidenta de ADAFA, abogó por contar con el apoyo y las ayudas adecuadas para las familias que tienen personas afectadas por la enfermedad.