"Queremos el bienestar de los españoles, no el de los partidos políticos, que sólo defienden sus intereses". Así lo dijo ayer ante un nutrido aforo que abarrotó el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, Santiago Abascal, presidente de Vox, el partido que aglutina a la derecha española más ortodoxa, y al que las encuestas auguran escaños en los próximos comicios, tanto nacionales como europeos.

Esa euforia que vive la formación se notó ayer en el público que dejo pequeña la sala, hasta el punto de que casi un centenar de personas se quedaron fuera, ante la necesidad de respetar el aforo. El propio Abascal quiso salir a hablarles y a tranquilizarles.

Una vez dentro, la intervención de Abascal se centró en la defensa de valores como la responsabilidad, el patriotismo y el esfuerzo por trabajar a diario. "Es un honor sentirse acompañado aquí por tantas personas que lo único que quieren es poder vivir y sacar a sus familias adelante", indicó el político, padre de cuatro hijos.

"Tenemos un gobierno aupado por los enemigos de España, los que representan las tres ideologías totalitarias que han regado de sangre este país el pasado siglo y por quienes mataron a un millar de españoles e hirieron a otros muchos; esos han sido los que cambiaron al gobierno de España", indicó Abascal, quien se refirió al presidente del Gobierno como "el licenciado Sánchez" y le acusó de "haber hecho cosas mucho más graves que plagiar una tesis o un máster".

Abascal, que fue presentado por Rodolfo Espina, presidente de Vox en Asturias, también tuvo duras palabras de crítica para lo que calificó de "invasión migratoria desde las costas africanas, controlada por las ONGs de Soros que se dedican a traficar con seres humanos". Abascal llegó a decir que el Gobierno Español es cómplice de ese comercio de personas. "Parece que el Gobierno defiende más a los jóvenes que saltan la valla y atacan con radiales a la Policía y a la Guardia Civil, que a los jóvenes españoles que no tienen trabajo y deben emigrar a otros países para buscarse un futuro", recalcó.

Acusó al Ejecutivo de revanchista, "empeñado en continuar por la senda de Rodríguez Zapatero y resucitar odios del pasado, que a nadie le preocupa, abriendo un debate que no importaba a los socialistas de los primeros años de la democracia y sí a éstos y a los indocumentados de Podemos", resaltó.

"Derechita cobarde"

En ese punto, Abascal no ahorró críticas a otros partidos. "Este asunto tiene arrinconada a esa derechita cobarde que no se atreve a oponerse a la Ley de Memoria Histórica que hay que derogar", reclamó. Sobre la situación de Asturias se pronunció Rodolfo Espina que pidió un gran pacto por la productividad respaldado por el gobierno regional. A la vez, Abascal advirtió del peligro de "seguir a los flautistas que quieren llevarnos a la división", en referencia a quienes abogan por la oficialidad del asturiano.