Si no estaban todos los niños de Oviedo faltaban pocos. Las actividades infantiles que se desarrollan en el Campo San Francisco durante las tardes de San Mateo atrajeron ayer a una legión de chiquillos con muchas ganas de juerga, en buena parte por el aliciente de no tener clase al día siguiente. "Lo mejor de todo es que mañana -por hoy- es San Mateo y no tenemos que madrugar, así que vamos a decirles a nuestros padres que nos dejen estar aquí hasta que oscurezca. Hay un llenazo", decía esperanzado Mateo García, que en ese momento estaba disfrutando de las bromas que un payaso le gastaba al padre de otro niño como parte de su espectáculo en el Paseo del Angelín.

A unos pocos metros, los pequeños y sus familias disfrutaban juntos con la escuela de circo "Circomatik", un espacio en el que niños y mayores tienen la oportunidad de demostrar su destreza con juegos de equilibrio, puntería o habilidad. "Todavía no tuve tiempo a probarlo todo. Hay zancos de madera, diábolos, juegos de bolos...", explicaba Eva Fraile sin dejar de jugar.

Muy cerca de ella, Lucas Ibisate, Ray Saiz y Álvaro García competían por ganar en un juego de habilidad consistente en introducir una bola de madera en diferentes agujeros lanzándola con la mano por una tabla inclinada. "A mi me gustan más este tipo de juegos en la calle que estar en casa con la consola. Con los videojuegos estás tu solo y aquí me lo estoy pasando bien con mis amigos", sostiene Ray Saiz.