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Los cultivos del Paraíso

El poder del cabello de Venus

El helecho que crece en las orillas de ríos y lagos tiene un alto valor - ornamental y es fácil de cultivar en el jardín o en macetas

Cabello de Venus.

Tenía la mochila preparada ya desde el martes, esperando que llegase el sábado por la mañana para adentrarse en el monte. Buscaba rutas y lugares nuevos, era un reto, sitios por descubrir. Al principio era todo un desafío, el domingo cuando volvía a casa tenia los pies destrozados, llenos de heridas y rozaduras, pero poco a poco fue haciendo callo. Las rutas cada vez más duras y complicadas merecían la pena. Fascinada por todo lo que encontraba a su camino, había un lugar al que solía volver cada cierto tiempo. Al final del camino había unas peñas por las que se deslizaba agua cristalina, creando un pequeño surco de verdín y justo al lado vivían unas pequeñas plantas que parecían estar en movimiento al pasar el agua.

Más conocido como culantrillo de pozo o cabello de Venus, este helecho aparece en el mundo de la botánica como Adiantum. Es endémico de América del Norte y Europa. Le gustan los suelos sueltos, bien drenados, ligeramente húmedos y neutros. Los lugares soleados no son de su agrado, prefiere las zonas con claridad y sin sol directo, sombríos. Los rincones húmedos, son los preferidos. Se puede cultivar como planta ornamental de interior si los inviernos son muy fríos y el ambiente es muy seco, pero sepan que crece de manera espontánea en muretes o sobre piedras en sitios donde las condiciones son idóneas, ambientes húmedos y ligeramente cálidos.

Sus hojas con aspecto delicado, se mueven de manera hipnótica al mínimo soplo de aire que le llega. De un color verde vivo, a medida que van creciendo se oscurecen un poco. No suelen alcanzar grandes alturas, como mucho no levantará más de medio metro, aunque eso si, como tenga espacio, a volumen no le gana nadie. Es muy importante que tenga un buen aporte de nutrientes, sobre todo si están en maceta. Con aportar un poquito de compost es suficiente o si prefieren un abono para plantas verdes también le va bien. No necesita de podas, a no ser que se quieran eliminar aquellas ramas secas o con mal aspecto, en ese caso si que es interesante quitar las hojas. Es muy duro y no presenta muchos problemas, pero hay que tener mucho cuidado con las cochinillas que en ocasiones pueden dar algún que otro disgusto, nada que no se pueda eliminar con un buen insecticida, o si tienen algo más de paciencia con un algodón empapado en alcohol. Un exceso de humedad, es decir que la planta esté encharcada por mucho tiempo da lugar a la aparición de hongos, y pueden llevar a su muerte. En ocasiones las hojas comienzan a secarse y el borde de estas empieza a adquirir un tono marrón, por lo general suele ser un síntoma de falta de humedad ambiental o incluso en el sustrato. Se puede solucionar fácilmente pulverizando las hojas varias veces por semana, con eso será suficiente. Si les gusta esta planta y se la quieren llevar a casa hay varias formas de conseguirlo. Un modo es adquirir una, pero eso no tiene ninguna gracia. Se puede conseguir un adiantum germinando las esporas, éstas aparecen en el envés de las hojas, en el borde; cuando no están maduras son del mismo color que la hoja y van adquiriendo un tono más oscuro a medida que van madurando. Se recogen sobre un papel y posteriormente en una mezcla de arena y turba se esparcen y se mantiene con un elevado grado de humedad a una temperatura media alta. Eso sí, les aconsejo paciencia porque hasta que se empieza a ver algo pasa bastante tiempo. Otro método más rápido es por división de mata; si el terreno esta húmedo es muy sencillo, ya que basta con tirar de un par de tallos y ya sale con raíz y todo, y solo hay que esperar a que enraíce y empiecen a salir nuevas hojas.

Estamos acostumbrados a verlo crecer en cualquier sitio, y a que pase desapercibido, pero el adiantum tiene muchas propiedades para el aparato digestivo, el respiratorio y las vías urinarias. En casos de intoxicación etílica, para aquellos que se pasen con las copas, algo que nunca es aconsejable, es mano de santo.

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