Los barrios no se enteraron de la fiesta durante San Mateo. Al menos eso es lo que denuncian las asociaciones de vecinos que no pertenecen al centro, que critican la ausencia de actividades en el resto de la ciudad durante los festejos y piden la descentralización de la oferta mateína de cara a ediciones venideras. "El que quiera disfrutar de las fiestas de Oviedo tiene que pasarse el día en el centro. No pedimos que se celebren los grandes conciertos en los barrios, eso no tendría lógica, pero sí que se puede llevar alguna actividad del programa a otras zonas de la ciudad para que todo el mundo participe", señala José Manuel Sariego, presidente de la asociación de vecinos Fuente Pando de Pumarín. "A partir de una cierta hora de la tarde los barrios se quedan vacíos y los hosteleros se quejan, como es normal", añade Sariego.
Ramón del Fresno -presidente de la asociación de vecinos de El Cristo, Buenavista, Montecerrao y Llamaquique- también es de los que piensa que las fiestas de San Mateo están demasiado focalizadas. "Los barrios están mucho más vacíos durante las fiestas porque todo lo que ocurre en Oviedo está en el centro. La ciudad necesita unas fiestas de mucho más nivel, que se extiendan a los barrios. Ahora mismo, tal parece que en algunos sitios de Oviedo no existe San Mateo", dice. "Por ejemplo, no es que esté en desacuerdo con los chiringuitos, pero uno se juega la vida cada vez que pasa por la plaza Porlier. Para evitar esas aglomeraciones se podía extender un poco más la fiesta a otros lugares y no repetir siempre los mismos sitios para los chiringuitos, más que nada para que esos espacios no se conviertan en propiedades de las asociaciones que los disfrutan eternamente", añade Del Fresno.
El presidente de la Federación General de Asociaciones de Asturias (Fegea), Pablo Cabañas, vive en La Corredoria. Allí, según defiende, tampoco se vivieron las fiestas de San Mateo. "Es normal que haya más cosas en el centro, pero lo que no es de recibo es que no haya nada en otras partes de la ciudad. En La Corredoria somos muchos vecinos y todos pagamos los impuestos para poder disfrutar de los servicios igual que el resto de ciudadanos", asegura. "Un ejemplo claro son las actividades para los niños. Todas son en el Campo San Francisco cuando no sería difícil llevarlas a los barrios. No queremos que la fiesta salga del centro, pero sí disfrutar de alguna actividad en otras zonas", subraya.
Eva Sánchez, que es la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Oviedo (Favo), aplaude la organización de las fiestas de San Mateo, aunque también es de las que piensa que alguna actividad para los barrios no estaría de más. "La verdad es que a mí me gustaron las fiestas. Los días que salí había mucho ambiente y me lo pasé muy bien, pero lo que está claro es que si hubiese alguna cosa más en los barrios la oferta estaría más completa", afirma.
Emilio Peña, presidente de la asociación de vecinos de La Florida y de la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Asturias (Cavastur), es más crítico que la mujer que le sustituyó en el cargo al frente de la Favo. "La Florida estuvo totalmente desierta durante San Mateo. Incluso vinieron a verme algunos vecinos para decirme que en el barrio no había nada y que todo lo relacionado con la fiesta estaba en el centro. Los hosteleros, que pagan los mismos impuestos que los del centro de la ciudad, no hicieron ni un euro de caja", afirma. "Lo único que hubo interesante fue el Rally Princesa de Asturias, que sirvió para llenar La Florida, pero eso no fue organizado por el Ayuntamiento. Hubiese sido fácil traer aquí a alguna de las orquestas para darle ambiente al barrio. Nadie de La Florida pudo disfrutar de San Mateo sin tener que bajar al centro de la ciudad", añade.
Daño a los hosteleros
Desde Ciudad Naranco también llegan quejas sobre la organización de las fiestas de San Mateo. "Otros años había alguna actividad en la Losa, pero en esta ocasión no hubo nada de nada. Nosotros creemos que hubiera sido bueno traer alguna de las orquestas a nuestro barrio, porque también está muy céntrico y serviría para descentralizar un poco San Mateo", explica Rubén Fernández, el presidente de la asociación vecinal Ciudad Naranco Existe. Fernández también piensa que los hosteleros son los verdaderamente perjudicados con este sistema. "Las fiestas son épocas del año en las que se vende más y sirven para compensar otras en las que no hay tantos clientes, pero con todo el ambiente en el centro es imposible que los locales que están en los barrios puedan hacerlo", denuncia Rubén Fernández.
Donde sí hubo ambiente por San Mateo fue en Ventanielles. Allí los vecinos llevan cuatro años organizando unos festejos de cinco días que han bautizado como las Fiestas del Bollo. Lo hacen al margen del Ayuntamiento y uno de los actos centrales tiene lugar el mismo día de San mateo, cuando casi 300 personas se reúnen para comer en la calle.
