La Policía Nacional sorprendió "in fraganti" a un ciudadano de nacionalidad rumana como autor de varios "hurtos mágicos" en establecimientos comerciales del centro de Oviedo.

Una empleada de otro comercio cercano alertó a la Policía Nacional. Miembros del Grupo Operativo de Respuesta (G.O.R.) adscrito a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Asturias, se personaron en el lugar de los hechos y localizaron e identificaron a un ciudadano rumano cuando salía de una tienda de ropa tras cometer un delito de estafa por el método del "hurto mágico".

Al ser identificado se comprobó que había obtenido un botín de 200 euros tras estafar a las dependientas de dos tiendas en las que había estado con anterioridad. Posteriormente,el Grupo de Delitos Económicos de la B.P.P.J. pudo comprobar la comisión de al menos otros tres hechos denunciados en la zona de Levante,imputando al detenido la autoría de los mismos.

¿Qué es el "hurto mágico"?

El conocido como "hurto mágico" es una modalidad delictiva en la que mediante una gran habilidad en las manos y la distracción del lenguaje verbal, se consigue confundir a los empleados de establecimientos comerciales a la hora de realizar el pago y recibir el cambio en efectivo.

Los autores suelen aportar un billete de alto valor (100 o 200 euros) para pagar objetos de escasa cuantía en unos casos, o bien gran cantidad de billetes fraccionados para pagar compras más caras, para que en el momento de contar el dinero y recibir el cambio crear una disputa por la falta de billetes.

En ese momento de discusión, con una gran habilidad distraen parte de los billetes que se guardan en algún bolsillo sin percatarse el trabajador, el cual finalmente cree recibir todo el dinero a cobrar.

Los delincuentes se aprovechan de la circunstancia de que los perjudicados no advierten el perjuicio sufrido hasta la hora de cierre del negocio, momento en el que realizan el arqueo y contabilidad de la caja sobre la facturación del día, lo cual les ofrece un margen de tiempo de huida.

Dado que el perjuicio causado a las víctimas es inferior a 400 euros, habitualmente se procede a su identificación y denuncia como autor de un delito leve, no siendo procedente su detención, teniendo procedimientos judiciales abiertos en muchas ciudades que acarrean penas de multa, evitando así la cárcel.