Un "absurdo". Los expertos y artistas consultados por este diario consideran "fuera de lugar" que las críticas por un sexismo que no ven por ningún lado hayan desembocado en la retirada del grafiti de Atenea y Poseidón que estaba pintado en un muro ubicado junto a la Ronda Sur, decisión adoptada por el coordinador del festival de arte urbano Parees, Eduard Crespo, aludiendo también a que la obra en cuestión estaba dañada por el sol. El mural de Poseidón se pintó en octubre del año pasado, durante la primera edición de Parees, y la decisión de suprimirlo se tomó poco después, a comienzos del presente año. Sin embargo, no se llevó a cabo hasta hace unos días, cuando se preparó el muro para que la portuguesa Kruella pintara en él un mural dedicado a la fauna asturiana.
Luis Feás, doctor en Estética y Teoría de las Artes por el Departamento de Filosofía de la Universidad de Oviedo, considera que el grafiti de Poseidón "no era una obra machista" y califica de "absurdo que se retirara por esa acusación". Y es que, a su juicio, "lo que es políticamente correcto puede ser terriblemente conservador".
El crítico de arte Rubén Suárez, colaborador habitual de LA NUEVA ESPAÑA, sostiene que las acusaciones de machismo al grafiti, sustentadas en una supuesta actitud de "machirulo" de Poseidón ante una Afrodita que se esconde tras él, "nada tienen que ver con la cultura ni con el arte". En todo caso, entiende que "el debate debería de plantearse en términos de la calidad de la obra, de si es buena o mala, algo que no se ha producido, y no sobre un supuesto machismo que en este caso es a todas luces irrelevante". Para Suárez, lo que surge tras este asunto es "un intento de buscar problemas donde no los hay en absoluto".
"Hay cosas en las que quienes critican un machismo que no se ve por ningún lado podrían fijarse más, por ejemplo en la irrelevancia más absoluta a la que está sometido al arte plástico en nuestra región", subraya el crítico. "Discutamos sobre el arte, sobre su calidad, y no sobre cosas que son absurdas", sentencia Rubén Suárez.
La artista ovetense Marta Fermín, directora del certamen Alma Gráfica, rechaza que el mural de la Ronda Sur tuviera connotaciones sexistas, ni por la posición que ocupan Poseidón y Afrodita, ni tampoco por el hecho de que a ésta se le viera un pecho. "Es absurdo que se justifique la retirada por machismo, ya que no lo hay; supongo que sería por cuestiones de calidad", afirma Fermín, quien prefiere la obra firmada por Kruella en la misma pared. "Me parece que es bastante mejor", asevera la artista, a quien le parece "muy bien" que la organización de Parees haya ofrecido al autor de Poseidón y Afrodita, Bastián Prendes, otro enclave de la ciudad para realizar una obra.
"Feminista"
"Soy feminista y me gustaría un matriarcado", afirma como punto de partida el artista multidisciplinar lavianés Cuco Suárez, para quien, en materia de machismo y arte, "conviene no mezclar churres con merines". Y es que, a su juicio, el problema de la violencia contra las mujeres "no tiene nada que ver con el arte, donde el desnudo, por ejemplo, siempre existió; que cierren la cueva de Tito Bustillo, donde hay grafitis prehistóricos que representan vulvas".
Suárez sostiene que "el arte es libre, siempre lo fue y cuestionar eso resulta absurdo". A este respecto, el lavianés denuncia la presión que hay sobre la mayoría de los artistas y la manga ancha de la que disfrutan unos pocos. Entre estos últimos señala a Pedro Almodóvar. "Como es gay se le permite todo. En sus películas hay violaciones y un machismo tremendo, pero nadie se mete con él", afirma Cuco Suárez sobre el cineasta manchego.
El escultor Fernando Alba también se muestra "sorprendido" porque las acusaciones de machismo hayan tenido algo que ver en la reciente retirada del mural de las inmediaciones de la Ronda Sur. "Se sacan las cosas de quicio", afirma el artista sobre una imagen en la que no ve nada raro. "Afrodita se esconde detrás de Poseidón porque tiene miedo, como haría cualquiera, y no hay más. Desde luego, yo no aprecio sexismo en esa imagen", afirma el artista salense, quien se confiesa "preocupado" por "los intentos de "coartar la libertad, lo mismo en el mundo del arte que en del humorismo, por ejemplo".
A juicio de artista, en casos como el del grafiti de la Ronda Sur, "se señala la luna y nos quedamos mirando el dedo, porque, llegado el caso, se debería de haber puesto en duda una calidad mayor o menor y no cuestiones como un supuesto machismo que ni viene al caso". Para Alba, en este caso "la víctima es, sin duda, el grafitero".
