"Siempre me gustó mucho el arte y encontré en la peluquería una manera de expresarlo". Así explica Manuel Mon el motivo que le llevó hace ahora 29 años a dejar la hostelería para lanzarse al mundo de las tijeras y el peine. No sabía entonces este "ovetense desde los nueve años" nacido en Pola de Allande que casi tres décadas después iba a ser uno de los referentes predilectos de los profesionales del país al que no paran de lloverle premios. El último, el pasado lunes cuando se alzó por segunda edición consecutiva el Premio Peluquero Español del Año.
El artista capilar tiene claro cuáles son las claves para triunfar en este mundo. "Persigo la creatividad y la vanguardia con mis peinados porque es lo que valoran los jurados", señala el que ya fuera reconocido en 2012 como el mejor peluquero del mundo en un certamen internacional con el que este año se alzó su compañera y alumna, la también ovetense María Montes.
En esta ocasión, Mon obtuvo el premio gracias a una colección realizada conjuntamente con el peluquero y formador donostiarra Gonzalo Zarauza, director del Centro Beta Donostia en la categoría "Colección Vanguardia". El fallo lo conocieron en la gala celebrada en Madrid por el Club Fígaro, colectivo creado en 2008 por siete de las firmas más importantes del país y organizador desde entonces de los premios nacionales.
El amplio palmarés ha convertido a Manuel Mon en un profesional muy perseguido por las famosas. Por sus manos pasaron ya muchos rostros populares como la soprano Ainhoa Arteta o la presentadora de televisión asturiana Luján Argüelles. Sin embargo, asegura que no tiene preferencias. "Todas las clientas son completamente iguales para mí y requieren la máxima atención", desgrana sobre la filosofía seguida para triunfar en un mundo muy competitivo.
Los viajes y la necesidad de preparar trabajos para participar en los diferentes certámenes no le impiden dedicarse en cuerpo y alma a su peluquería. Comenzó con un modesto local en 1991 y hoy en día cuenta con unas amplias instalaciones en la calle Real Oviedo en la que da trabajo e imparte alguna que otra lección a varios profesionales.
Su obsesión es no perder el tren de la vanguardia. Este reto supone estar a la última tanto en formación como en inversión. Entre sus últimas adquisiciones unas ocho tijeras imantadas con diferentes cortes para lograr cortes y peinados combinados casi imposibles. "Me costaron 6.000 euros", confiesa sobre la herramienta importada directamente del mercado japonés. "Sólo la tienen otras dos peluquerías en toda España", comenta orgulloso de su exclusividad.
Mon no se pone metas ni a corto ni largo plazo. Su única ambición es seguir disfrutando de su peculiar arte durante muchos años. "Siempre que puedo realizo cursos y formaciones porque el mundo de la peluquería es muy dinámico", proclama el peluquero más laureado de la capital del Principado de Asturias.
En su afán por estar al día de lo último, Mon deja entrever sus cualidades como faro asturiano del estilismo, lanzando algunos pildorazos de las tendencias de cara a la temporada otoño-invierno. "Entre las mujeres priman las medias melenas y el cabello corto porque transmite mucha personalidad, mientras que entre los hombres se están llevando los cabellos muy cortos y dejando atrás la barba", adelanta el experto, que apunta a los colores "muy oscuros y muy claros" como extremos preferentes para ir a la moda en los próximos meses.
De todos modos, Mon se presenta como uno de los testigos más directos de los profundos cambios de la sociedad respecto al cuidado del cabello. "Actualmente existe una mayor preocupación por la salud capilar que por el propio estilismo", asegura. A su juicio, lo más importante ahora tanto para féminas como varones es "ver el pelo sano y bonito".
