El edificio del Pavo Real del Campo de San Francisco fue ayer una lanzadera hacia la prehistoria del País Vasco. Numeroso público, en buena parte niños, tuvieron que hacer colas de hasta hora y media para disfrutar durante unos minutos de la recreación de varias cuevas prehistóricas del País Vasco. La iniciativa permitió conocer tanto la fisonomía de las simas como varios de sus puntos de principal interés como algunas pinturas rupestres u otras muestras de la actividad humana de aquella época gracias a los avances tecnológicos.