El exceso de alumnos en las clases del Instituto de La Corredoria es un problema que aumenta con cada curso que empieza. La saturación del centro obliga a muchos estudiantes a tener que "tomar apuntes de pie", a "compartir mesas que son individuales" o a "cambiarse en un vestuario con otros 75 compañeros" para asistir a las clases de Educación Física. Al menos eso es lo que denuncian los padres que integran la plataforma de afectados por el Instituto de La Corredoria (Paies), que exigen al Principado que acelere los trámites para levantar el nuevo centro de secundaria que se les lleva prometiendo desde hace años. "El instituto tiene capacidad para seiscientos niños y ahora mismo hay cerca de mil. Estudian hacinados. Al haber tantos alumnos, las aulas técnicas se han dividido en dos y en ocasiones tienen que sentarse tres en mesas que son para dos. Hay carreras por los pasillos para llegar antes a clase y no tener que sentarse en el medio, con las patas de la mesa entre las piernas", asegura Héctor Castrillo, uno de los portavoces de la plataforma.
Castrillo asegura que el problema es tan grave que "los profesores tienen que dejarles su silla a los alumnos". También denuncia que sólo existe "un baño para 150 docentes" -con espacios diferentes para hombres y mujeres- o que este año los estudiantes de último curso no van a poder celebrar la gala de graduación en el centro porque no hay sitio en el salón de actos. "Hay tantos estudiantes que ni aún viniendo un solo familiar por cada uno de ellos cabrían en el salón de actos. Les han planteado hacerlo en el Auditorio, pero pagándolo las familias", dice Castrillo. "Hay casi mil alumnos y el patio del centro es más pequeño que el de los colegios del barrio", añade.
La construcción de un segundo instituto para el barrio de La Corredoria está en punto muerto. El Colegio de Arquitectos de Asturias presentó un recurso contra las bases de licitación del proyecto al detectar errores en el pliego de condiciones y desde entonces la consejería de Educación trabaja en la redacción de unos nuevos pliegos. El consejero Genaro Alonso anunció en su día que el nuevo instituto iba a abrir sus puertas, a más tardar, en el año 2021, pero a los padres no les salen las cuentas. "Nos han dicho que pretenden tener listo ese trámite a lo largo del primer trimestre del 2019, pero a este paso sospechamos que, aún yendo muy bien las cosas, no estaría listo hasta 2023 o 2024", afirma el portavoz de la plataforma de afectados.
Mientras tanto, según los padres, el problema se hace cada vez mayor. "Las matemáticas no fallan. Cada año salen del centro un máximo de sesenta alumnos y entran alrededor de doscientos. Está claro que esto se está yendo de las manos. Sólo entre primero y segundo de la ESO hay 400 alumnos, ocho grupos diferentes", señala Héctor Castrillo.
El caso de La Florida
En La Florida también están hartos de que el Principado incumpla los plazos para la construcción de un instituto de Secundaria en el barrio. Los vecinos de la zona celebraron un encuentro la semana pasada para juntar firmas y exigirle al Gobierno regional que agilice los trámites de un proyecto cuyas obras deberían de haber comenzado este verano. Han elaborado un escrito para el consejero Genaro Alonso y esperan una respuesta en menos de dos semanas que clarifique los plazos reales para el instituto. De no obtenerla, amenazan con manifestarse en la glorieta de Gabino Díaz Merchán, una protesta que provocaría serios problemas de tráfico en una zona en la que ya abundan los atascos. "Nosotros nos uniremos a ellos. No queremos que el Principado nos separe. Está claro que los dos barrios necesitamos un instituto y que el Principado tenía que haber hecho los deberes antes para poder atender las promesas que nos hicieron", subraya Castrillo.
