"Hay que vencer a la presión social y al miedo al fracaso". Esa es una de las claves que da Stella Fuente para quienes, como ha hecho esta diseñadora ovetense, estén pensado en emprender una iniciativa empresarial de pequeño tamaño.
Tras acabar los estudios como diseñadora de moda, Fuente completó su formación con una licenciatura en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Complutense, antes de iniciar su actividad profesional en Madrid, en las áreas de logística y diseño de la empresa Décimas. Fue en ese trabajo cuando decidió regresar a Asturias para montar una empresa relacionada con la ropa de mujer.
Y así fue como Stella Fuente dejó Madrid, una ciudad que le encanta, para emprender en Oviedo partiendo prácticamente de cero. Empezó en un apartamento que le dejó la familia y, posteriormente, decidió dar el salto a la calle, concretamente a Independencia, donde abrió la tienda "Mamuka &c o", una marca que aboga por "la sencillez como la clave de la verdadera elegancia".
"El primer local tenía apenas 50 metros. Como no quería invertir mucho dinero, en la tienda se vendía mi ropa y también los artículos de otros emprendedores. La cosa salió bastante bien y pude abrir una tienda mayor en la misma calle", explica Fuente.
A pesar de que ha logrado salir adelante con su punto de venta de ropa exclusiva, la emprendedora ovetense reconoce que, pese al apoyo que le prestó la familia, los comienzos fueron duros. "Mi iniciativa demuestra que con poco dinero se puede ir creciendo, pasando de un apartamento a una tienda en el centro de la ciudad", explica la diseñadora . En su caso, afirma que no se ha encontrado con escollos por el mero hecho de ser mujer. A este respecto, insiste en que las trabas pueden ser más internas que externas, derivadas de una presión social y un miedo al fracaso que hay que superar para emprender con garantías, pese a las dificultades.
Stella Fuente no se arrepiente de haber dejado Madrid y el trabajo por cuenta ajena que allí tenía para establecerse por su cuenta en Oviedo. "Madrid me encanta y estaba muy bien, pero también es verdad que allí todo hubiese resultado más complicado y arriesgado por costes y competencia", reconoce.
