La iglesia de San Isidoro el Real acogió ayer la solemne investidura de catorce nuevos caballeros y damas del Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias, ceremonia que fue presidida por el consejero magistral de la entidad, Francisco de Borbón, duque de Sevilla y Grande de España. El acto comenzó poco después de las siete de la tarde con los juramentos. Después, en el mismo templo de la plaza del Ayuntamiento, se celebró una misa, oficiada por el párroco de San Isidoro, José Luis Alonso Tuñón. A su término, los invitados se trasladaron a las instalaciones del Real Club de Tenis de la ciudad, donde tuvo lugar la entrega de premios que concede anualmente el Cuerpo de la Nobleza.

Los nuevos caballeros investidos ayer son Álvaro Marañón y Bertrán de Lis (conde de Retamoso), Álvaro de Marichalar y Sáenz de Tejada, Ángel de Bueres y Rey, Ignacio Miguel Castrillón y Fernández, Luis Mariano de los Santos y Martínez, Juan Manuel Quintana y Zuazúa, Caio Cesar Tourinho (vizconde de Tourinho), Julián Porras-Figueroa y Toledano y Armando Ruiz de Arriaga. Las damas, por su lado, son Estefanía López de Mántaras y Sánchez, María de la Cruz Rodríguez de Villar y Fernández, Paula de Vildósola-Gamboa y Miró, Inés de Grado y Chastenet de Géry y Patricia Alcaraz y Granados.

Distinciones

Por lo que se refiere a los galardones del Cuerpo de la Nobleza de este año, el premio "Conde de Latores" a la labor humanitaria recayó en el 801 escuadrón del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) Ala 49, siendo recogido por el coronel Manuel Aroca Corbalán, jefe de la base aérea. La distinción "Carreño-Miranda", dedicada a las artes, fue concedida en esta ocasión al Museo Guggenheim de Bilbao, representado en el acto de ayer por su directora de Comunicación e Imagen, Alicia Martínez.

El Premio "Trelles-Villademoros" a la labor cultural se lo llevó el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN). Lo recogió su director, el teniente general Rafael Sánchez Ortega.

En su intervención, Francisco de Borbón agradeció la presencia del embajador de la República de Indonesia, Hermono Hermono, así como de las autoridades civiles y militares, y representantes de las diferentes órdenes y corporaciones nobiliarias españolas que se dieron cita en la calurosa tarde ovetense.