A las quejas de los colectivos vecinales es difícil dar una respuesta legal desde la administración. La casa de juego instalada en la Tenderina, que ha concentrado protestas en el barrio, cumple todos los requisitos, es un negocio perfectamente legal y no hay ninguna normativa municipal que permita alejarla de la zona o mandar el cese de su actividad.
Sin embargo, según ha podido confirmar este periódico, sobre el negocio pesan otros problemas, ajenos a la actividad de las apuestas o a la juventud de sus clientes. En concreto, un incumplimiento de la normativa de accesibilidad podría poner en peligro la actividad del establecimiento dedicado a las apuestas deportivas.
El negocio de La Tenedernia lleva un año instalado en el barrio y cuenta con licencia de actividad en regla desde octubre del año pasado. Sin embargo, en la actualidad tiene un expediente abierto exigiendo que se restaure la legalidad en le concerniente a la normativa de accesibilidad. El edificio ha pasado varias inspecciones y de ellas se han derivado informes en los que se acredita que no cumple. Ese incumplimiento, de no repararse, podría llevar acompañado la orden del cierre.
El problema concreto afecta a un escalón de 2,5 centímetros. Una nimiedaz, comparada con las quejas de los vecinos de cómo un negocio de este tipo puede afectar a un barrio como este, pero un defecto que podría obligar a echar la verja al local.
