Iván Pérez Cuervo es uno de esos tipos que abrazan y besan a sus amigos, entonces se convierte en Ivo, el hombre que lo dejó todo para montar una plantación de arándanos y que baja al barro a diario para cuidar sus plantas. Un chaval que es capaz de alegrarte el día con una palabra y destrozarte el alma con una canción. Ahora ha llegado al punto justo, al de querer alegrar el día con una canción. No aspira a llenar estadios, pero el sábado es probable que llene la sala La Salvaje para presentar su tercer disco al frente de "Muñeco Vudú". "Gravemente ilesos" se llama, y el título lo dice todo.

- Cuatro años desde su anterior disco, "La cosecha". ¿No recolectó tanto como esperaba?

-Ese disco se planteó para girar luego con una banda y ahora mismo eso es muy difícil, nos limitó mucho esa propuesta por motivos económicos. Era muy complicado ir a tocar porque era caro llevar a la banda. Además el trabajo en la finca me quitaba demasiado tiempo.

- ¿En realidad era barbecho?

-Sí. Nunca he dejado de componer ni de tocar. Durante esos cuatro años no hemos dejado de ir al estudio a grabar una canción cuando la teníamos. Tampoco he dejado de tocar con Pablo Moro en "Pequeño club imposible".

- ¿Qué nos cuenta "Gravemente ilesos"?

-Pues el título lo dice. Después de haber pasado por muchas cosas, de esas que te pone la vida, ahora es un buen momento y eso es el disco, con él quiero contar que todo se supera y que aunque sigue habiendo pérdidas, merece la pena.

- ¿Y cómo suena?

-Es un disco pensando más para estudio. Tiene más colores que una banda de rock clásica de guitarra, bajo y batería, aquí hay mandolinas, violas y muchísimos instrumentos. Hay mucha gente colaborando. Están Miguel Herrero, Cristina Gestido, Rodrigo Sturm, Ángel Ruiz... Además de estos colaboradores la banda ha crecido y me acompañan Borja García, Borja Sauras, Nel de Prunea y se ha sumado también Alfredo González.

- El primer disco es el de presentación, el segundo es obligatorio para decir que no es una banda de un solo disco, y el tercero ya es otra cosa, es tomárselo en serio.

-El tercer disco es el de me quedo aquí.

- Pues le ha costado mucho tiempo decidirse, cuatro años desde el anterior.

-Ha sido el tiempo necesario. Ha sido el tiempo que tuvo que ser, faltaban cosas y cuando ya no faltaba nada decidimos que el disco estaba acabado. Además esperamos un poco a sacarlo, a que acabase San Mateo y a salir sin molestar demasiado. Me parece que ha quedado un disco que va a gustar, chulo, con colorido y con sorpresas de andar por casa.

- ¿Qué espera ahora?

-Que alguien pueda pagar 8 o 10 euros por pasar una hora y media con nosotros y lo vea como una inversión y no un gasto. Somos cinco músicos asturianos a los que nos gusta esto y no se nos da mal.