Hasta ayer Paco Arango no conocía el HUCA, el Hospital Universitario Central de Asturias, y ya era hora de hacerlo. Le pareció "sofisticado y moderno". La Fundación Aladina, que preside, impulsa la remodelación de los espacios de hospitalización pediátrica, para hacer más confortable la estancia de los niños y las familias, una obra menor a la que destinará unos seis mil euros y que empezará este año. El proyecto, entre los cuatro presentados al concurso convocado desde el Colegio de Arquitectos de Asturias, fue seleccionado ayer mismo, por un jurado en el que Arango estuvo con representantes de la Administración, los sanitarios, los arquitectos y las familias. A la salida, el presidente de la Fundación aladina prometió: "Vamos a dar un baño de alegría a las plantas de Infantil del HUCA".
El proyecto se presentará en los próximos días pero el filántropo y cineasta mexicano, hijo de Plácido Arango y orgulloso de su ascendencia asturiana -asegura que busca un lugar en la región donde establecer su domicilio durante al menos una parte del año-, asegura que todos los presentados tenían una calidad excepcional y que la elección final ha sido cuestión de "sutilezas".
Es la primera vez que la Fundación Aladina financia un proyecto en Asturias. Llega con ganas. "Entramos con tanques, luego vendrá la artillería", bromeó Arango. "Haremos más cosas, pero tiene que haber peticiones", añadió, animoso. La Fundación Aladina está presente en Madrid, Murcia, Bilbao, Sevilla, Barcelona y ahora en Oviedo. Su compromiso es con los niños con cáncer, pero Paco Arango es de la opinión de que "si eres bombero y ves fuego, tienes que ir a apagarlo". Y eso es lo que ha sucedido en el hospital asturiano, donde la iniciativa impulsada por la Fundación se extiende más allá del área de Oncología pediátrica.
Arango afirma que "el 90 por ciento de la investigación sobre el cáncer está destinada a los adultos" y eso hace que los niños reciban tratamientos que no están ajustados a sus particularidades. Él apuesta por la medicina que va "directamente al tumor", muy específica, en la misma línea que actúan las máquinas donadas al HUCA por el empresario Amancio Ortega. "Soy muy fan de Amancio Ortega, y no lo conozco", confesó. "El que pueda dar tiene que hacerlo. Somos un gran país y hay que ayudar para que lo siga siendo", es su opinión.
Es lo que él aplica últimamente en su vida, con entusiasmo. Cuenta que el año pasado visitó nueve países, que ha fichado a Plácido Domingo para su próxima película. Imparable, anoche reunió a más de doscientas personas en una cena para presentar la Fundación Aladina en Asturias y recaudar fondos, en el llagar de Trabanco en Sariego.
