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La Vega, fábrica de incertidumbre

La ministra de Defensa insiste en sus últimas comparecencias en que la ley de Patrimonio impide ceder terrenos | El Alcalde afirma que la situación está controlada y asegura que la negociación con el Ministerio "está en la recta final"

La Vega, convertida en la Fábrica Scorsese. IRMA COLLIN

Todos los focos se han puesto esta semana en La Vega. La Fábrica de Armas de Oviedo, convertida durante siete días en la Factoría Scorsese de la mano de la Fundación "Princesa de Asturias" ha vivido su mayor exposición mediática, rematada con la presencia en el recinto fabril de la Reina y el propio director neoyorquino, este jueves. Tanta expectación ha vuelto a poner en primera línea la eterna pregunta desde que General Dynamics abandonó el recinto, en 2012. ¿Qué pasa con La Vega? La actual corporación, con el Alcalde, Wenceslao López, al frente, afrontó la negociación con Defensa para lograr que los terrenos volvieran a la ciudad como un asunto de primer orden. Pero al Alcalde le cayó por en medio un cambio de Gobierno, y lo que había empezado a negociar con Pedro Morenés (PP) y continuó con la ministra Cospedal (PP) y el aparato que entonces estaba al frente del Patrimonio de Defensa ha tenido que volver a ponerse encima de la mesa con la nueva titular, Margarita Robles (PSOE). López insiste en que las cosas van bien, en que hay protocolo, principio de acuerdo sobre una parte de la titularidad de los terrenos que Defensa reconoce al Ayuntamiento, pero la nueva ministra de Defensa insiste, cuando le hablan de ceder terrenos, en que hay una Ley de Patrimonio que lo impide. El Alcalde desliza a quien quiere oirle que la situación "está controlada", que el escenario es el previsto y que la negociación "está en la recta final", con un desenlace que llegará, dice, pronto, aunque no se atreve a señalarlo de forma inminente.

La postura de la Ministra. El debate en el Senado no era, en realidad, sobre La Vega, pero no hace mucho que una senadora de Junts per Catalunya le preguntó a Robles sobre el futuro de los equipamientos en desuso en su comunidad autónoma. Y la ministra fue clara y genérica, extendiendo su reflexión a casos como el de Oviedo. La ley de Patrimonio complica mucho cualquier cesión. La administración central está obligada a vender o ceder a cambio de contraprestaciones, valorando lo cedido a precio de mercado.

"Usted me hablaba de equipamiento en desuso en Cataluña", contestó Margarita Robles a la senadora Pascal Capdevilla, "pero el equipamiento en desuso no solamente es en Cataluña, ocurre en muchos otros lugares, porque, por razones obvias, no ha sido posible mantener instalaciones del Ejército de Tierra. Hubo la crisis económica. ¿Qué más hubiera querido el Ministerio de Defensa que poder vender equipamientos en desuso y que con ese dinero los miembros de las Fuerzas Armadas vivieran en unas condiciones aceptables? ¿Cuál es el problema que tenemos en este momento? La Ley de patrimonio: lo que es propiedad de Defensa por la Ley de Patrimonio no se puede regalar, sino que se tiene que dar a cambio de una contraprestación, contraprestación además según el valor de mercado. Y ese es el verdadero problema". La ministra confió, en esa intervención en el Senado de hace un mes, en que hubiera otras fórmulas, pero de momento no las hay. "Sería bueno que entre todos, en la Ley de patrimonio, cuando se trate de instalaciones militares que las propias Fuerzas Armadas consideren que están ya en desuso, que ya no responden a las necesidades del siglo XXI y demás, cuando se destinaran a un servicio público, pudiera haber algún tipo de operación jurídica, que en este momento habría que estudiarla con calma. Pero sepa que no es un problema solo de Cataluña, que no es una negativa del Ministerio Defensa, es una prescripción de la Ley de patrimonio".

Marco legal. Aunque todo esto pueda sonar a que la situación se complica, nada de lo anterior le es ajeno a Wenceslao López. El Alcalde, con la recuperación de La Vega como uno de esos empeños personales que ha tomado durante el mandato, dice que nada es nuevo para él. Que la Ley de Patrimonio del Estado es el marco legal en el que arrancó la negociación, cuando todavía era ministro Pedro Morenés (PP). Que igual se mantuvo al sustituirle María Dolores de Cospedal y que, por supuesto, no hubo cambios al llegar la socialista Margarita Robles.

La Vega, suelo industrial. Otro factor que manejan los socialistas de Oviedo para salvar las reticencias ministeriales en cuanto a los requisitos que marca la ley es la calificación del terreno. La peculiaridad de La Vega es que, efectivamente, es suelo que pertenece a Defensa pero, al contrario que en otros casos que citaba Robles, no se trataba de instalaciones de carácter militar sino de tipo industrial. Y sobre esa base negocia el Ayuntamiento de Oviedo con el Ministerio, sobre suelo con una calificación para industria, con una determinada tasa de ocupación (0,46%), y no un suelo al que le correspondiera, por ejemplo, un cuartel.

Más concreción y menos política. A falta de ese tipo de operaciones jurídicas, Wenceslao López confía en el avance de las negociaciones y en el contacto constante, cada quince días, con los técnicos de Defensa. No obstante, fuentes próximas al Ministerio consideran muy difícil que se pueda llegar a algún tipo de acuerdo en poco tiempo. No sólo complica las cosas la Ley de Patrimonio. También, señalan, es difícil concluir algo cuando la negociación no pasa de las promesas y los anuncios políticos. Es cierto que Defensa ha ido reconociendo la titularidad de los terrenos al Ayuntamiento, pero apenas llegarían a un 10% de los 122.000 metros cuadrados totales y hoy por hoy no parece viable tampoco desgajar piezas del conjunto. El problema no es qué, sino cómo. En este sentido, Defensa estaría dispuesta a escuchar un proyecto, pero tendría que ser un plan concreto, bien trabajado, con sentido, que tenga en cuenta la posición estratégica, el tamaño y, también, el valor de mercado de los terrenos.

Ordenación urbanística. El Ayuntamiento tiene, en el fondo, la llave de la solución porque en sus manos está la ordenación urbanística y la calificación de los terrenos. Pero hace falta, antes de saber el precio y los porcentajes cuál es el destino final de los 122.000 metros cuadrados. De momento, el Ministerio no se ha opuesto en otras ocasiones a ceder terrenos cuando se le ha planteado un plan armado, con financiación y sostenible. Lo hizo en 2011 con uno de los chalés de la fábrica que se asoman a la Tenderina, que cedió por 15 años a la asociación Aprendemos para montar allí un centro de referencia sobre el autismo. No obstante, al proyecto, que contaba con apoyo del Principado y de la patronal de la Construcción, se lo llevó por delante la crisis y el chalé nunca llegó a ocuparse con ese uso.

Pero el caso de Aprendemos demuestra que Defensa va más rápido cuando se plantean cuestiones concretas que cuando el debate se plantea en números o metros cuadrados sin saber para qué servirán. Otro ejemplo. No hace mucho, la Universidad de Oviedo utilizó los terrenos para que un grupo de estudiantes de Ingeniería desarrollaran allí su Trabajo fin de Máster. Todos tenía el mismo cometido, estudiar el terreno, sus condicionantes, hechos históricos, calificaciones urbanísticas y protecciones para diseñar en La Vega un polígono tecnológico sostenible.

De momento, sobre la fábrica y desde el Ayuntamiento se han escuchado muchas ideas pero todavía ningún plan global. En San Sebastián, que también preguntó en el Senado por lo suyo, llevan algo de ventaja a pesar de que Defensa todavía no ha salido de los Cuarteles de Loyola. Pero eso no impidió a Odón Elorza, cuando estuvo al frente de la alcaldía, desarrollar un plan para hacer allí un barrio innovador con mucha VPO. Quizá no sea el planteamiento pero, al menos, es un planteamiento.

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