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Las biotecnológicas ven en La Vega la oportunidad para aglutinar todo el sector

Empresarios y gestores aplauden la propuesta de un eje biosanitario en la fábrica de armas pero piden estar arropados por otras disciplinas

Las biotecnológicas ven en La Vega la oportunidad para aglutinar todo el sector IRMA COLLÍN

La idea de hacer de La Vega una "milla del conocimiento" en Oviedo pero adaptando el modelo de Gijón al sector biosanitario recibe el aplauso de los propios interesados. Empresarios y gestores del mundo biotecnológico asturiano se mostraron ayer de acuerdo con la propuesta que lanza la Cámara de Comercio. Con algunos matices. El principal es que sólo el sector que ya existe en Oviedo, y que por proximidad geográfica comprendería el HUCA, la Fundación para la investigación biosanitaria (Finba) o el vivero de empresas de la Salud, no sería suficiente para vertebrar los 122.000 metros cuadrados de la antigua fábrica de armas. Por eso las peticiones de las biosanitarias van encaminadas a aprovechar la oportunidad de concentrar allí todo el sector para resultar verdaderamente competitivos, acompañarse de otros sectores que necesiten más espacio como las ingenierías o explorar derivas todavía vírgenes en Asturias en el sector como puede ser toda la rama de difusión de la innovación, muy vinculada a la formación y a la cultura.

Enrique Caso, director de la Finba, apunta a este último aspecto y afirma que La Vega puede convertirse en "una alternativa necesaria para desarrollar espacios de coworking enfocados a la innovación, que no a la investigación en sí". La investigación, razona, está bien donde está, pero falta un espacio para lo que se denomina RRI ("responsible research and innovation"), la innovación responsable. "Nos hace falta difusión, divulgación de la innovación, donde haya una plataforma de visualización de lo que estamos trabajando, donde mostrar prototipos", explica Caso. "Uno de los nuevos indicadores para valorar la producción científica es ese, desarrollar espacios de cultura científica, de I+D+I, con talleres para jóvenes, para nuevos profesionales y donde la sociedad también pueda convertirse en un actor importante en la toma de decisiones". Ese espacio puede ser La Vega. Y allí, remata, también puede haber lugar, si no para los grandes espacios de producción industrial, sí para las salas de alta tecnología. "No serán producciones enormes, pero sí necesitaremos salas de producción más avanzadas para producir células, tejidos, huesos... y entregárselas directamente al paciente".

Francisco Morís, director de la empresa Entrechem, también ve con buenos ojos La Vega, pero alerta de las diferencias con el modelo de Gijón. "La biotecnología tampoco requiere grandes espacios. Sí tiene sentido crecer allí, pero no sólo con nosotros. Con una pequeña parte de lo que hay en La Vega tendríamos para todo lo que pueda salir de Asturias en nuestro sector en los próximos 15 o 20 años. Es cierto que el vivero de empresas de la salud nos vamos quedando sin espacio, pero no nos harían falta tantos metros. En Gijón, lo que han hecho es tirar de ingenierías y mucha empresa madura ya consolidada. Es otra opción".

Gabriel Álvarez, director de I+D de la compañía Healthsense, añade otra posibilidad al futuro biosanitario de la fábrica de armas de La Vega. Concentrar allí todo el sector regional, evitar la dispersión y ser más competitivos, a nivel nacional e internacional. "Si ese espacio sirviera para unificar todo el sector en Asturias, me parece bien; si es para desarrollar un nuevo foco y tener tres por separado, no. Y no hablo siquiera sólo de lo biotecnológico. A mí me parece exagerado que una comunidad como Asturias tenga tres parques tecnológicos, no tiene mucho sentido. Pero si tenemos un espacio que ya existe y es suficiente para aglutinar todo el mundo de las startups, de la innovación, y poder competir en mejores condiciones, eso sería estupendo", remata.

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