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El retraso permite anticipar la construcción del nuevo acceso, una rampa del Talud al parking

La intención inicial de la Concejalía de Infraestructuras, a cuyo frente está la socialista Ana Rivas, era destinar el medio millón de euros que el tripartito presupuesta anualmente para el Carlos Tartiere a la reparación parcial de los numerosos e importantes desperfectos que se han localizado en la estructura del estadio. Sin embargo, la situación en la que ha entrado ese proyecto abre la puerta a que la partida municipal se dedique a cubrir una reivindicación de la afición azul desde el mismo día en el que, hace 17 años, se disputó el primer partido oficial en el recinto de la Ería: la mejora de los accesos y de las salidas hacia la avenida de Alejandro Casona, para evitar el empinado tramo de escaleras que parte de las inmediaciones de la tribuna Lángara.

Un aficionado azul presentó a la última convocatoria de los presupuestos participativos la propuesta para financiar con cargo al millón y medio de euros asignado a ese programa la construcción de los nuevos accesos al Tartiere. Los técnicos municipales vieron factible acometer una rampa desde la zona de La Ería, a la altura del edificio del Talud, hasta la explanada del aparcamiento, con 400.000 euros de coste estimado. Sin embargo, y aunque partía entre las favoritas, la actuación quedó excluida por apenas veinte votos.

Pese a ese revés, los tres grupos que forman el tripartito consideran una prioridad la mejora del acceso al estadio y se han comprometido a ejecutar la actuación con fondos ordinarios, ya que no ha podido ser con los presupuestos participativos. Por su lado, el PP también defiende esa necesidad, aunque, por encima de la rampa que propone el actual gobierno, se decanta por recuperar el proyecto presentado en el tramo final del mandato de Agustín Iglesias Caunedo, que consistía en una rampa para conectar la calle Ricardo Vázquez Prada con el primer piso del estadio, junto a una torre dotada con un ascensor y unas escaleras que desembocarían en una pasarela que también conectaría con la primera planta del campo. El tripartito encargó a finales de 2015 la redacción de un proyecto para unir la calle Ricardo Vázquez Prada y la tribuna Aramo. Sin embargo, nunca se llegó a ejecutar la actuación porque, según la versión ofrecida por el tripartito, la directiva del Real Oviedo prefirió dar prioridad a la sectorización del estadio.

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