"El Oviedo, en el día final de octubre, dio la primera alegría casera de esta Liga. Los dos puntos sirven para que el equipo abandone esas desairadas posiciones del final de la tabla, que pueden convertirse en angustiosas si la Liga Profesional lleva a acabo su proyecto de acortar la categoría. Los azules tenían que ganar, y ganaron con justicia (2-1), porque fueron muy superiores a un flojo Zaragoza, que estuvo muy lejos de parecerse al equipo que el miércoles pasado dio todo un recital copero en el San Mamés".