Desde su puesto de venta de flores frente a la entrada del cementerio del Salvador, Manuel Ángel Estrada lleva días viendo llegar a la gente a limpiar los nichos y las sepulturas de sus familiares difuntos. Cuenta que el trasiego comenzó a mediados de la semana pasada y que tiene la impresión de que cada año se adelanta más. Él ha reforzado el personal y llegan a ser hasta ocho trabajadores atendiendo. Las caravanas de coches ya llevan unos días en la subida a San Esteban de las Cruces y en el aparcamiento del cementerio ayer al mediodía apenas quedaban plazas libres.

Los ovetenses son previsores y cada vez anticipan más la tradición de visitar a sus muertos por Todos los Santos y por los Difuntos. Mientras recogía agua en una de las fuentes del camposanto, Carmina Velasco comentaba que este año ella se ha retrasado y que prefiere adecentar los nichos de su familia con más antelación "para no encontrar tanto jaleo". Como ella, pocos son los que esperan a hoy o mañana para poner al día las sepulturas. Ayer ya había flores en la gran mayoría. La fosa común, con los restos de las víctimas de la represión franquista, estaba cubierta de ramilletes y en el monumento de los Defensores de Oviedo había una corona de laurel. En los grandes panteones familiares también se notaba el paso de las familias, en el del Cabildo de la Catedral había flores, y lo mismo en las tumbas de personalidades como Leopoldo Alas Clarín o el que fuera alcalde de Oviedo Valentín Masip, en el pasillo principal.

Misas y autobuses

Hoy, día de Todos los Santos, habrá misas desde las nueve de la mañana hasta la una de la tarde, a cada hora, y por la tarde a las cinco. Mañana también está anunciada una eucaristía, a las once de la mañana.

Durante estos días, para evitar los atascos de tráfico en el acceso al cementerio, se han habilitado servicios especiales de transporte urbano, además de la línea de autobús L, que hace el recorrido entre San Andrés y Tudela Veguín.

Hoy habrá salidas desde la plaza General Primo de Rivera, a partir de las diez de la mañana y hasta la una de la tarde, cada media hora, y de tres de la tarde a cinco y media, con la misma frecuencia. En sentido inverso, desde el cementerio del Salvador hasta la plaza de Primo de Rivera empezarán a salir a las diez y media de la mañana hasta las dos y de tres y media a seis, cada treinta minutos.

La línea L-1 pasará por la parada de Uría Centro aproximadamente cada hora y 35 minutos y la L-2 llegará al cementerio cinco minutos antes de las horas.