Continúa la guerra de los monumentos políticos en Oviedo. Después de que en los dos últimos días aparecieran pintados de rojo el monolito dedicado a los fusilados por el franquismo en el cementerio de la ciudad y el monumento dedicado a la joven comunista asesinada Aida de la Fuente junto a San Pedro de los Arcos, en la mañana de ayer fue uno de los dos monolitos franquistas de la plaza de La Gesta el que apareció con signos de haber sido objeto de un ataque similar.

Se trata del segundo atentado contra este monumento en tan sólo tres meses. El pasado agosto fueron los dos monolitos franquistas de la famosa plaza ovetense los que aparecieron pintados de rosa. En aquella ocasión se vinculó el atentado al debate iniciado por el gobierno de Pedro Sánchez para exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos.

Ahora todo apunta a que el ataque es una consecuencia directa del realizado el pasado martes por el artista gallego Enrique Tenreiro a la lápida de la tumba de Franco en el Valle de Los Caídos. El creador pintó con pintura roja una paloma, acompañada por una leyenda que decía: "por la libertad".

Desde entonces se han ido sucediendo diferentes ataques en monumentos y monolitos de la ciudad. El pasado jueves a primera hora de la mañana, los visitantes del cementerio del Salvador pudieron ver cómo el monolito dedicado a los 1.500 represaliados en Oviedo lucía con unas grandes manchas de pintura roja.

Justo un día después, el monumento a la joven comunista de 19 años asesinada durante la revolución de 1934, Aida de la Fuente, amanecía también con varios manchones, en este caso, de pintura de color marrón. Horas más tarde, alguien cuya identidad se desconoce se encargó de limpiar el monumento.