La comunidad universitaria y los profesionales de la Medicina no consideran prioritario el traslado de los primeros cursos de la carrera al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y la reunificación de los estudios en La Corredoria, como reclama un sector de los alumnos. Admiten que sería deseable pero sostienen que dado lo limitado de los recursos económicos, hay cuestiones más urgentes que atender, como la falta de reemplazo generacional de los docentes.
El rector, Santiago García Granda, manifiesta que "en este momento, el traslado de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud no resulta factible, no solo por la inversión que supone sino también por la falta de espacios y por la desconexión que supondría con otras facultades afines, como Biología, Química o, especialmente, el departamento de Bioquímica". Considera que "la creación de un campus de Ciencias de la Salud en las proximidades del HUCA" pero entiende que "hoy por hoy el traslado no es asumible".
El Rector afirma, en referencia a las quejas de los estudiantes por los traslados a los que se ven abocados si tienen asignaturas pendientes de los primeros cursos y por la falta de aparcamientos en el entorno del HUCA, que "la Universidad intenta facilitar el acceso del estudiantado a las instalaciones docentes". "Desde el Rectorado seguimos comprometidos con la puesta en marcha de cualquier medida que permita mejorar la integración de ambas sedes y tomaremos, dentro de nuestras posibilidades, las medidas necesarias para resolver los inconvenientes que puedan afectar a grupos de estudiantes o a personas concretas", promete.
Elías Delgado, vicedecano de la Facultad de Medicina, considera que "bastante suerte fue meter los cursos clínicos en el hospital, donde estamos muy cómodos", porque "una cosa es lo ideal y otro lo que se puede hacer". En el HUCA, dice, no hay espacio para más docencia y la incorporación de los primeros cursos requeriría un nuevo edificio, en el que reunir Medicina y Enfermería, pero Delgado reconoce que económicamente éste no es el momento de plantearlo. "Valoremos lo que hay", opina, y vuelve la atención al asunto de la falta de profesores.
César Moris, director del área de Cardiología del HUCA y profesor en la Facultad, considera que "tener los cursos clínicos en el hospital es lo menor que le pasó a la Facultad, tanto a los estudiantes y a los profesores". Señala que "fue la crisis la que paró" la creación de un campus sanitario junto al complejo hospitalario y hace ver que los "más perjudicados" por la división entre el Cristo y La Corredoria son los profesores que trabajan en el HUCA e imparten clases en la Facultad. "Tener la Facultad partida es una pena, es incómodo para todos", señala pero él también, como Delgado, manifiesta más preocupación por la falta de relevo docente.
Alejandro Braña, presidente del Colegio de Médicos de Asturias, afirma que "ponerse a construir una nueva Facultad me parece un lujo". "Para los que están cursando la preclínica no es tan importante tener las prácticas en el hospital", señala y añade que habilitar nuevos equipamientos, que funcionan perfectamente en el Cristo -laboratorios, salas de disección...- requeriría "una inversión muy grande". Las prioridades ahora son otras, puntualiza. "antes que universitario es hospital: los pacientes están primero".
Javier Alberdi, desde la presidencia del Sindicato de Médicos (SIMPA) admite que "tener la Facultad partida no parece muy lógico" y que sería "bueno" que todos los cursos estuvieran abajo, pero también repara en que "trasladar todos los laboratorios a un nuevo edificio, anejo al hospital, requiere dinero" y "la sanidad tiene problemas más graves".
