El 5 de noviembre de 2005 era sábado. El Foro de Ermua convocó en la madrileña Puerta del Sol un acto "Por la unidad de España: por la igualdad y por la solidaridad de todos los españoles". El filósofo ovetense Gustavo Bueno estaba en la capital presentando su libro "España no es un mito", que se había publicado el día anterior. El Foro de Ermua le invitó a participar en el acto, y ahí empezó todo. Hasta hoy, en que Abascal preside Vox, partido conservador en efervescencia y que basa parte de su ideario en los postulados de Bueno.

En aquel acto de 2005 en Sol, Bueno pidió la palabra. En la foto que se conserva del momento, tras el filósofo asturiano se ve, medio tapado, a un joven Santiago Abascal. El ahora presidente de Vox dejó por escrito en aquel momento una suerte de revelación. Describió así a Bueno: "Un hombre cuyo aspecto no me era familiar -mayor, frágil y pequeño- se acercó decidido al escenario, con seguridad y -al contrario que el resto de oradores- habló sin papeles, sin guión, con soltura y gestos desinhibidos". Preguntó quién era aquel señor. Alguien le susurró el nombre del ovetense. El veinteañero Abascal no tenía ni la menor idea de quién era Bueno, pero cuando el filósofo dijo: "Y digo la nación española, no el pueblo. El pueblo no puede disponer de la nación, el pueblo está sometido a la nación. El pueblo es el viviente, pero la nación contiene a nuestros muertos y a nuestros hijos", el joven quedó obnubilado.

Abascal militaba en el PP, pero buscaba fuentes en las que beber y las encontró en Bueno y su idea de España con sus postulados antieuropeístas. En aquellos tiempos, a finales de 2005, se estaban cociendo muchas cosas, como el nacimiento de UPyD y de Ciudadanos. La derecha se resquebrajaba con Zapatero en el Gobierno.

Días después, el 14 de diciembre del mismo año, Gustavo Bueno presenta su libro en Bilbao y Abascal está entre el público. También asiste Gustavo Bueno Sánchez, hijo del filósofo, que acababa de llegar de México. Al finalizar el acto, Abascal se dirigió a los ovetenses y les explicó que "iban a tener una reunión en Burgos para organizar algo", recuerda Bueno Sánchez. Les pidió que asistiesen y así lo hicieron.

En aquella reunión burgalesa se discutió, y mucho, sobre la idea de España y su defensa. Aquel día nació la Fundación Denaes para la Defensa de la Nación Española. "La sintonía de Abascal era total con Bueno", asegura Bueno Sánchez. Así que la escuela del materialismo filosófico de Oviedo entra de lleno en la Fundación Denaes promovida por Abascal desde las filas del PP, pero con otros postulados. En Oviedo se escriben editoriales para las publicaciones de Denaes cuando lo deja de hacer José Javier Esparza al tener que serle extirpado un ojo. Así fue durante años. Abascal presidía una fundación a la que Bueno dotaba de toda su carga ideológica.

En el año 2013 Santiago Abascal abandona el PP y deja la presidencia de la fundación, que pasa a manos de Gustavo Bueno Sánchez, aunque Abascal sigue en el patronato.

La relación se ha ido fraguando y consolidando desde aquella mañana madrileña de 2005 en la que Abascal descubrió a aquel señor mayor.

El hilo conductor de la idea de España de Bueno hasta Vox es a través de Denaes. "La fundación no tiene ninguna carga política", asegura Bueno Sánchez, que también reconoce que "todo el parecido de Vox a la filosofía de Bueno es a través de Denaes". En resumen, la fundación, dicen, no es el germen de Vox, pero toda la ideología del partido salió de una fundación cuyos planteamientos eran los de Gustavo Bueno.

El hijo del filósofo explica que "en realidad, todas las claves que marcan a Vox son las que siempre defendió Bueno", y desarrolla que "Europa es el mayor peligro para España".

Ahora, a unos pocos meses de las elecciones municipales y autonómicas, el partido de Santiago Abascal, el que tiene mucho del poso ideológico de Gustavo Bueno Martínez, acelera y se ha puesto en el ojo del huracán, señalado como corriente populista de ultraderecha.