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Director creativo de Ángel Schlesser, participará en la Pasarela Campoamor

Daniel Rabaneda: "Hay que dar una vuelta de tuerca al uso de las prendas, pueden ser tecnológicas"

"La moda está atascada en un bucle estético que parte de los 70, 80 y 90, porque cada nueva temporada bebemos de esas décadas queramos o no"

Daniel Rabaneda, en su taller madrileño.

Daniel Rabaneda (Sevilla, 1986) es el fichaje más reciente de la firma Ángel Schlesser al convertirse en su director creativo sin dejar de lado su propia marca ni su trabajo como docente en el Centro Superior de Moda de Madrid. De trato afable, atiende a LA NUEVA ESPAÑA desde el taller Schlesser del entorno de la Glorieta de Quevedo mientras se cuela por la ventana el silbido inconfundible de un afilador. "Espera, que salgo a ver si alejándome un poco nos oímos mejor. Qué cosas, este sonido me retrotrae a la infancia", dice sin soltar el teléfono. Ya de niño, Rabaneda tuvo claro que lo suyo eran las telas, el diseño y las tijeras al estar rodeado de profesionales como su tío, Paco Rabanne. Ahora es una de las figuras más influyentes de la moda nacional tras obtener en 2013 el premio "Who's On Next" de la revista Vogue o representar a España en el certamen "International Woolmark Prize" en 2014. El 17 de noviembre vendrá a Oviedo para participar en la Pasarela Campoamor y muestra su primera colección para Schlesser.

- ¿Su nombramiento como director creativo en Ángel Shlesser le ha supuesto un espaldarazo?

-Sí. Nunca imaginé que pudieran llamarme. En España no suele haber movimientos de directores creativos a excepción de la firma de Jesús del Pozo con Josep Font. Ocurre mucho en las marcas internacionales. Además de haber sido una sorpresa, ha supuesto un salto en todos los noveles de mi carrera; mayor reconocimiento de los medios, del público y de los clientes, y más consideración profesional.

- ¿Qué hace un director creativo?

-De todo. Primero defino la imagen de la clienta, es decir, de la mujer Schlesser. Junto con el quipo desarrollo el concepto de cada colección, su imaginario y su colorido. Elijo los tejidos y las siluetas, y finalmente superviso todo el proceso creativo de las prendas, tanto el patronaje como la confección y las pruebas. En mi profesión no existe el horario ni el calendario, pero sarna con gusto no pica. Igual trabajo un viernes que un domingo o un miércoles. Me lo paso muy bien.

- ¿Cómo es la colección que presentará en la Pasarela Campoamor?

-Es un cambio dentro de la estética de la marca. La colección está dirigida a una clienta algo más joven y más urbana con toques masculinos que se notan en el trabajo de la sastrería. He usado lana, lino, algodón y seda. Todo son materiales naturales con importante colorido. El desarrollo ha hecho que pueda mostrar un material que parece seda y es lana. La gente asocia la lana al invierno más frío y al jersey grueso, pero ha evolucionado. Es un material transpirable y antibacteriano perfecto para el deporte.

- ¿Tu tío Paco Rabanne es tu referente?

-Claro. Realmente toda mi familia lo es, como mi madre y mi hermana. Empecé tarde en esto de la moda pese a que mi familia me fue inculcando el amor por ella sin querer. Veía muy complicado trabajar como diseñador. Incluso empecé a estudiar periodismo y trabajé en televisión. Luego me lancé y aquí estoy. La trayectoria de Paco Rabanne es una meta que me hace ser más persistente. Siempre me ha fascinado su trabajo a nivel de innovación. Especialmente en los materiales, algo que se ha convertido casi en una obsesión para mí, aunque no soy tan innovador como el usando metales, plástico o papel.

- ¿Está todo inventado en la moda?

-La moda está estancada en un bucle estético que parte de los 70, 80 y 90 porque cada nueva temporada bebemos de esas décadas queramos o no. Incluso de los 60. Esa fueron las etapas de la historia reciente más revolucionarias de la moda. Hoy puedes encontrar desde los vestidos más románticos de Elie Saab, a los más futuristas de Paco Rabanne y a lo más experimental de Rei Kawakubo, de la firma Comme des Garçons. Sin embargo, hay mucho por hacer a nivel técnico. Me refiero al desarrollo de tejidos y al uso de las prendas.

- ¿Cómo se puede innovar en el uso de la ropa?

-Se puede. La ropa se creó para protegernos del frio y de los agentes externos, para taparnos y para posicionarnos a nivel social. Desde que la ropa es ropa está basada en estos tres pilares. Es interesante investigar nuevos valores que añadir a la prendas. Hay que darle una vuelta de tuerca al uso de las prendas, pueden ser tecnológicas. Eso ando investigando y desarrollando.

- ¿Cuál es esa vuelta de tuerca? Es intrigante y futurista.

- (Se ríe). Es bueno insistir. El problema es que es algo muy privado que aunque está bastante desarrollado quiero presentarlo un poco más adelante. Lo que puedo adelantar es que se trata de la conexión con la persona. Quiero lograrlo sin alterar la estética. tampoco hace falta ir hecho un robot, ¿no? La gente quiere verse guapa. Sin cables.

- Parece la fórmula de la Coca-Cola.

-Algo así, pero yo no soy el único que trabaja en esa línea. No soy el pionero. Hay mucha gente metida en esto. No tiene sentido que el hogar, los coches o la telefonía hayan evolucionado tanto y tan rápido en los últimos años y la ropa no. Son cosas que usamos a diario y que se han ido adaptando a los tiempos para ofrecernos más a excepción de la ropa. El uso de las prendas, algo tan cotidiano y cercano, es el mismo desde hace siglos. Es curioso.

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