El Ayuntamiento de Oviedo retirará los indicadores blancos que hablan de "Memoria histórica" colocados bajo las nuevas placas de las cuatro calles que se han quedado fuera del nuevo acuerdo para modificar los nombres del callejero franquista. El alcalde de Oviedo, el socialista Wenceslao López, admitió que dichas placas, colocadas en abril con la leyenda "nombre modificado en aplicación de la Memoria Histórica", serán retiradas por los operarios porque así lo implica el acuerdo tomado por la Junta de Gobierno de sacar del acuerdo las vías cuya justificación en base a la legislación nacional "era dudosa".

López explicó que la sustitución de los nombres de las antiguas calles Fernández-Ladreda, Marcos Peña Royo, Yela Utrilla y General Yagüe por los de Joaquín Costa, Lola Mateos, Arquitectos Galán y Juan Benito Argüelles, respectivamente, se harán finalmente "dentro de las competencias que le corresponden al Alcalde" y no en aplicación de la legislación sobre símbolos franquistas por las dudas existentes sobre si encajan o no en este cuadro normativo. "En su día, cuando las incluimos, en el acuerdo no se motivó ni se justificó claramente el cambio", reconoció el regidor ovetense.

Sobre la sentencia judicial que anuló el acuerdo de 2016 de la Junta de Gobierno para cambiar el nombre de 21 calles franquistas de la ciudad en aplicación a la Ley de Memoria Histórica, el máximo representante municipal asegura que el fallo "se refería básicamente al procedimiento" y asegura que les ha llevado a tomar nuevos acuerdos" para hacer las cosas correctamente".

A juicio de López, la separación de las 17 calles cuyo cambio está "perfectamente justificado" de las otras cuatro de "dudosa legalidad" buscar dar una solución posterior a la sentencia que, recordó, "es firme", porque el Consistorio no consideró conveniente recurrirla.

El regidor subrayó que todas las calles podrían haber sido modificadas en virtud de sus competencias para realizar cambios en el callejero, pero el tripartito decidió por varias razones que lo conveniente era acudir a la Ley de Memoria Histórica. "Por principios, ética y honra de las personas y la indignidad de los que daban nombre a estas calles procedía recurrir a la ley", señaló López.

El regidor defendió la necesidad de los cambios para dejar atrás una historia que, a su juicio, jamás debería repetirse. "Los méritos que se tuvieron en cuenta para poner los antiguos nombres a las calles eran los de perseguir la libertad, la democracia y el pensamiento diferente de alguna gente, llegando incluso a fusilarla", contó el Alcalde. Lo que no dijo fue el plazo concreto para retirar las placas blancas de las cuatro vías. Tampoco hizo referencia a las declaraciones de la oposición, que cuestiona la legalidad de los procedimientos iniciados para cumplir la sentencia.