"Ahora con la ideología de género se explica absolutamente todo; la izquierda ha fracasado en la lucha de clases y en su defecto fomentan el combate entre sexos". Así lo explicaron ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA los escritores argentinos Agustín Laje y Nicolás Márquez, autores de "El libro negro de la nueva izquierda: ideología de género o subversión cultural", una obra ampliamente rechazada por los colectivos LGTB, como ayer se pudo comprobar en la manifestación convocada en la calle mientras se desarrollaba la charla.

El acto, organizado por el Club de los Viernes y presentado por Ignacio Blanco, logró abarrotar la sala del Club. "Es una lástima que muchos de nosotros para poder hablar tengamos que ir protegidos", indicó Laje. "Los principales ideólogos del género vienen de las izquierdas del Primer Mundo y de países como Estados Unidos. Necesitan reconvertirse y se dan cuenta de que a través del feminismo pueden hacerlo", añadió. Laje abundó en sus críticas a ese nuevo feminismo "que da prioridad al género frente a otras consideraciones como la igualdad entre el hombre y la mujer", aseguró.

Para los autores, "la ideología de género es un conjunto de ideas anticientíficas, que tiene propósitos políticos autoritarios y que desarraigan las raíces naturales de nuestra sexualidad, que no se explican por la biología, sino por la cultura".

"Sentimos que se están atacando nuestras libertades; en Gran Bretaña se prohibió en los hospitales decir papá, mamá, hombre y mujer, y en Argentina el Gobierno de Macri, de centro-derecha, financia un programa llamado 'Todes' para cambiar la forma de hablar y fomentar el llamado lenguaje inclusivo", lamentó Nicolás Márquez. El escritor y abogado fue más allá y denunció que "se está perdiendo el derecho de educar a nuestros hijos; la idiotización de la juventud se promueve desde el Estado. Llegó el momento de romper esa espiral de silencio y de tomar conciencia de la mayoría que somos", abundó el escritor.

Al final del acto, Laje y Márquez firmaron libros, mientras en la calle proseguían las protestas.