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Los restos de Franco tienen sitio en Oviedo

La Hermandad de Defensores ofrece su panteón a la familia del dictador, que todavía posee un nicho en la iglesia de San Juan

El nicho en San Juan.

Aunque pueda parecer descabellado, hay una posibilidad de que los restos del general Francisco Franco terminen Oviedo. Si bien la intención de la familia del dictador es mantener su cuerpo en el Valle de los Caídos, los planes del Gobierno de Pedro Sánchez de exhumar sus restos del espacio público obligarían a buscar una alternativa. A priori, la catedral de la Almudena se presenta como la principal candidata a acoger lo que queda del dictador, pero existen otras vías, entre las que se encuentran el cementerio del Salvador y la basílica de San Juan el Real.

Muchos no lo saben, pero la familia Franco Polo cuenta a día de hoy con un nicho vacío en la céntrica basílica ovetense. El espacio funerario fue adquirido a principios del siglo XX por Felipe Polo y Ramona Martínez Valdés, padres de Carmen Polo, con la que Franco contrajo matrimonio en el templo ovetense el 16 de abril de 1923. La titularidad del mismo corresponde a los descendientes del dictador y su esposa ovetense y, por tanto, podría ser utilizado para un hipotético traslado.

El nicho número 81 ubicado en la capilla del Carmen de la basílica sólo podría acoger el cuerpo de Franco si se dan ciertos condicionantes, poco probables. La cavidad está diseñada para ser utilizada como osario o acoger cenizas, por lo que el espacio resultaría insuficiente salvo que incineren el cuerpo embalsamado del dictador.

La otra alternativa en la ciudad es la que plantea la Hermandad de Defensores de Oviedo. El colectivo que aúna a los veteranos combatientes del bando nacional durante el cerco a la ciudad ofrece a la familia Franco su panteón, en el cementerio de San Salvador de Oviedo, para que, en el caso de que los restos del antiguo Jefe del Estado sean exhumados de su tumba del Valle de los Caídos, puedan reposar en el cementerio de la ciudad, a la que personalmente estuvo muy vinculado, no sólo por haber estado destinado como militar en la capital asturiana, sino también por su matrimonio con la ovetense Carmen Polo.

"La Hermandad de Defensores de Oviedo muestra así su reconocimiento al que fue capitán de la cruzada que salvó a Oviedo -y a España- de caer en las garras de la barbarie roja, primero con su intervención directa en la Revolución de Octubre en 1934 y más tarde con motivo de la Liberación de la ciudad por las fuerzas nacionales a su mando", señalaron desde la Hermandad de Defensores, de la que Francisco Franco consta como presidente de honor desde 1954. Su intención es llenar de razones a la familia para que, en caso de necesidad, traslade los restos a la capital del Principado.

Hace unos días la Hermandad se dirigió de manera formal a la familia Franco, "utilizando como intermediario a Luis Alfonso de Borbón", con este ofrecimiento "para su valoración, y si tuviesen a bien considerarlo y, llegado el caso, autorizasen el traslado de los restos del Caudillo al Panteón de esta Hermandad", precisaron las mismas fuentes.

En este sentido a los familiares les garantizaron que "la inhumación en su panteón estaría rodeada del honor y la dignidad que corresponde a los restos mortales del Caudillo". En un panteón en el que están enterrados los restos mortales de muchos defensores de la ciudad en 1936. El último fue el periodista José Antonio Cepeda González, fallecido hace diecinueve años. Ahora, los miembros del colectivo filofranquistas esperan una respuesta.

Más información en la página 35

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