Pelayo Sicilia Blanco nació el 18 de Mayo de 1989 en Oviedo. Cuando llegó el momento de elegir profesión siguió la tradición familiar y escogió la odontología. Pelayo Sicilia reconoce que está muy unido a sus padres: son Alberto Sicilia Felechosa y Carmen Blanco Fernández, y a su hermana pequeña, Elena.
La infancia, el colegio y las primeras aficiones. "De mi niñez tengo muchos recuerdos y personas que me dejaron huella. Mis padres y hermana para mi son lo más importante y cómo no, destacó eso que dicen de que 'madre no hay más que una'. La mía estuvo siempre ahí y para mi es un gran apoyo. También resaltaría, la influencia en mi educación que tuvieron mis abuelas: la materna, Elisa Fernández y la paterna, Roberta Felechosa. Ambas fueron personas claves en mis primeros años de vida, ya que se ocupaban de mi cuando nuestros padres tenían trabajo fuera y siempre agradeceré el cariño y la entrega de ambas".
Los primeros años en Oviedo, y al colegio en autobús. "Viví los primeros ocho años con mis padres y mi hermana en un céntrico piso de Oviedo. Recuerdo que la parada del autobús del colegio estaba justo delante de casa, lo que era muy cómodo para mi madre que nos vigilaba desde la ventana cuando bajábamos, sobre todo a mí, que era muy trasto. Tuve una infancia buena, quizás como la de cualquier otro niño que tiene la suerte de nacer en un ambiente en el que te quieren y en un entorno acomodado, lo que te permite acceder a muchas cosas por las que doy gracias. Tuve y tengo buenos amigos de la época del colegio, de los de toda la vida, ya que permanecí en el centro desde los 2 a los 18 años".
Un gran aficionado al fútbol y al rugby. "Mi afición más importante es, sin duda, el deporte siempre me encantó. Jugué al fútbol los primeros años pero cambié al rugby siendo pequeño y jugué hasta hace un par de años. Tuve la suerte de que se me dio bien y jugué un par de campeonatos de España de clubes y de selecciones autonómicas, incluso llegaron a invitarme a un clinic con la selección de Rugby 7 española. Al final ni fue nada importante, pero siempre es muy bonito que tu deporte se te de bien y que puedas desarrollarlo en un ámbito interesante".
La Universidad y el nacimiento de la vocación profesional. "Mi padre es el causante de que yo haya estudiado odontología. Él dice que no, pero claro que influyó en mi decisión. Tenía ese ambiente en casa. Siempre me llamó la atención la pasión con la que él vivía su profesión y la dedicación que tenía. Yo quería algo que tuviera que ver con la salud y la mejor idea era seguir sus pasos. Estudié mi licenciatura en Madrid, en la Universidad CEU San Pablo. En esa época estuve en dos colegios mayores, lo que supuso una experiencia que me hizo crecer mucho como persona. Esa etapa universitaria también coincidió con los primeros años que vivía lejos de mi familia. Fue muy enriquecedor"
Los años de la especialización. "Cuando acabé la carrera hice mi primer máster, en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en el Departamento de Periodoncia, donde cursé el programa de Experto Universitario en Periodoncia y el Máster Oficial de Investigación en Ciencias Odontológicas. Estudié también un máster de Diseño gráfico. Posteriormente me mudé a Barcelona y allí fue donde me especialice, en lo que actualmente ejerzo. No quería limitarme a ser dentista general, buscaba algo más , y por ello empecé la especialidad en Cirugía Oral en el International Master in Oral and Maxillofacial Surgery (IMOS) en la Universidad Internacional de Cataluña (UIC), durante tres años".
Oviedo, una referencia constante. "Oviedo es mi infancia con mi familia; mis amigos de toda la vida; mi equipo de fútbol; soy oviedista hasta la médula. Todo ello me ha ayudado a forjar mi personalidad y los recuerdos de esa época para mi son muy importantes. Me encanta pasear por el campo San Francisco y sentarme en las terrazas. Para salir me gusta la zona del antiguo, la calle Mon y la zona de bares de la plaza Porlier. Todos esos lugares tienen un encanto especial".
Nuevos proyectos vinculados a la ciudad. "Actualmente, he vuelto a Oviedo para empezar mi tercer máster, mi segunda especialidad, en Periodoncia, que es la manera perfecta de complementar mi formación en cirugía ya que es la otra especialidad quirúrgica de mi disciplina. Oviedo tiene la gran ventaja de ser pequeña lo que hace que todo sea accesible, la gente es más amigable y conoces a tus vecinos. Por eso el ambiente es familiar. Sin embargo, tras vivir fuera tanto tiempo en ciudades más grandes y en otros países, creo que para gente como yo, de edades entre los 25 y 35 años, faltan cosas que hacer. Por eso, aunque me encanté mi ciudad, siento un vacío ya que no hay sitios a los que ir, similares a los de otros lugares en los que he vivido. A eso sí que me está costando acostumbrarme".
