"Miguel Indurain solía venir a correr la Vuelta a Asturias. Decía que lo usaba como preparación para el Tour de Francia, pero yo creo que venía a comprar castañas para utilizarlas como avituallamiento en los puertos más duros". Esas son las sospechas del investigador y divulgador científico Amador Menéndez -colaborador habitual de LA NUEVA ESPAÑA- y ayer las hizo públicas en Santullano durante el pregón del XIX Certamen-Exposición de la Castaña Valduna, un acto con el que se dio arranque a la fiesta y en el que Menéndez hizo un extenso repaso sobre las bondades de uno de los mayores tesoros del concejo de Las Regueras. "El contenido en carbohidratos de nuestra castaña es muy superior al de las de otros países. Las castañas valdunas son un chute de energía", sostiene el investigador, natural de San Pedro de Nora e Hijo Predilecto del concejo.

El pregón de Amador Menéndez fue el pistoletazo de una celebración en honor de la castaña local en la que la propia invitada se dejó ver poco por la fiesta. En los puestos instalados en el mercado tradicional que cada año se desarrolla en la pista cubierta del colegio Príncipe Felipe había nueces, miel, artesanía tradicional de todo tipo, infinidad de postres y hasta plantas ornamentales, pero la verdadera protagonista, la valduna, tardó poco en desaparecer. "Traje setenta kilos de valduna y ya sólo me quedan un puñado de ellas, las vendí todas por la mañana", explicaba a eso de las dos de la tarde Margarita Álvarez, una de las expositoras del certamen.

Lo mismo le pasó a Luis Pérez Muñiz, que se quedó sin la estrella del fin de semana nada más llegar. "Los veinte kilos que tenía no me duraron nada. Tengo más de otras variedades, pero la valduna se demanda mucho y la gente madruga para poder conseguirla", señala. Y eso que ayer se vendió el kilo a ocho euros, un precio superior al del año pasado, cuando osciló entre los seis y los siete euros. "Nosotros vamos a tener que salir al monte por la tarde para poder traer algunas para mañana (por hoy)", explicaba Javier Fernández Granda, de Ania.

El exceso de lluvias de la primavera y la avispilla del castaño -un insecto que deposita sus larvas en el árbol impidiendo que salga el fruto y que puede llegar a matarlo- han provocado una drástica caída de la producción, que se ha desplomado hasta "un cincuenta por ciento" con respecto al año pasado. "Eso es lo peor, que nos faltan castañas, pero aun así tenemos un programa muy variado de actividades para que los visitantes puedan divertirse y un montón de expositores con otros productos de la tierra que también son muy buenos", asegura la alcaldesa de Las Regueras, la socialista María Isabel Méndez. Y no le falta razón, ya que el programa de la jornada de hoy llega cargado. A partir de las diez de la mañana, todos aquellos que se pasen por Santullano disfrutarán de un menú en el que la estrella es el concurso de lotes de castañas y platos elaborados con valduna.