La exhumación de los restos de Franco y su posible traslado a la Catedral de la Almudena, en Madrid, e incluso a Oviedo, ha generado un debate social que traspasa fronteras al comparar el tratamiento del caudillo con otros dictadores. Una de las voces que aboga por tomar ejemplo de otros países es la del concejal de Cultura. Sánchez Ramos afirmó hace unos días que "Alemania e Italia, con Hitler y Mussolini, creadores del régimen fascista que luego llegó a España, ya cerraron este debate hace muchas décadas. Copiemos lo que hicieron ellos". Lo cierto es que los restos de Benito Mussolini se han convertido en un atractivo turístico de su pueblo natal, Predappio.
Tras doce años en paradero desconocido, el Gobierno devolvió los restos de Mussolini a su familia en 1957, que decidió darles sepultura en la capilla familiar de San Cassiano, en Predappio. El Duce fue fusilado y colgado cabeza abajo en 1945, pero su cuerpo desapareció un año después de la tumba sin nombre del cementerio mayor de Milán en el que estaba enterrado. Predappio recibe ahora centenares de visitas al año y los comercios de su calle principal venden recuerdos fascistas. La casa natal del dictador y su tumba pueden visitarse a diez euros por persona.
La posible exhumación de Franco del Valle de los Caídos ha hecho que el Alcalde del Ferrol, Jorge Suárez (Ferrol en Común), haya dado un paso adelante para evitar el traslado del cuerpo del dictador a su localidad natal. De hecho, el Ayuntamiento ha iniciado los trámites administrativos para recuperar la propiedad del panteón existente en el cementerio municipal de Catabois. El nicho 48 le fue concedido a la familia Franco en 1967 por parte del entonces alcalde Rogelio Cenalmor Ramos y fue entregado "en atención a la gran deuda de gratitud que esta ciudad tiene contraída con su hijo más ilustre, el excelentísimo señor Francisco Franco Bahamonde".
