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Visiones De Ciudad

Retrato de una ciudad que regala cultura

Un repaso a la vida artística de Oviedo y una lanza a favor de la unión y la cooperación entre las principales localidades asturianas

Dos niños durante uno de los talleres del Museo de Bellas Artes. TERESA SUÁREZ

Siempre me han gustado las ciudades que regalan cultura: Madrid, Nueva York, Florencia... El orgullo de una sociedad se demuestra a través de la cultura, es la herramienta que nos hace avanzar y crecer como colectivo.

El pasado junio, hablando, en Nueva York con Mr. Pardo, responsable del Percent Art Program del Ayuntamiento de Nueva York, me comentó que desde 1982 el consistorio neoyorquino destina el 1% del presupuesto de todos los proyectos de construcción con financiación de la ciudad para la adquisición de arte público, a través de este programa. Son esta clase de iniciativas las que hacen que una sociedad se distinga de otras.

Salvando las distancias, Oviedo también es una ciudad que regala cultura. Es un privilegio dar un paseo por la ciudad, y encontrarse con esculturas de Botero, Úrculo o Manolo Valdés. Visitar el Museo de Bellas Artes de Asturias, que cuenta ya, gracias a una gran gestión, con una colección de más de 15.000 obras, y que siempre nos trae grandes exposiciones, como la que se prepara para el próximo año sobre grandes figuras de la Vanguardia, de la Colección Masaveu. La Ópera, que siempre se renueva cada año, e incentiva a todos a disfrutar de ella, gracias a, por ejemplo, los descuentos del 80 % que tiene para los menores de 26 años, y donde el pasado mes de septiembre tuvo lugar el estreno mundial de Fuenteovejuna, compuesta por el ovetense Jorge Muñoz (que lleva 20 años en Estados Unidos) con ayuda del escritor Javier Almuzara. Este tipo de eventos, sumados a la belleza indiscutible de la ciudad, La Catedral o el prerrománico son los que hacen de Oviedo una ciudad del siglo XXI, llena de vida e inspiradora en cada una de sus esquinas. Como dijo Woody Allen, "un paraíso, un refugio para cuando el mundo se pone peligroso".

Este refugio, a veces también tiene alguna gotera. Una ciudad como Oviedo, capital de provincia, no puede estar sin un carril para bicicletas, tener sólo unos cines en el extrarradio de la ciudad o que su plaza de toros esté inutilizada, sea cual sea el fin que se le pueda dar.

Al regresar de mi último viaje y comentar con un amigo de Oviedo que tenía que escribir este artículo, su respuesta fue, "pero si eres de Gijón". Esa respuesta me hizo darme cuenta de que tendría que dedicar unas líneas a este asunto. Oviedo, Gijón, Avilés y Asturias deben hacer fuerza juntas para avanzar. Las rivalidades sólo sirven para hacer pequeño a quienes las practican. Este verano me visitó Dimitri Akrivos, un gran amigo médico de Nueva York. Le llevé a conocer muchos rincones de mi tierra, desde Llanes a Tineo, y hubo un día cuya mañana pasamos en Oviedo y la tarde en Gijón. Tras las dos visitas me dijo "vaya dos barrios más distintos". Pensó que pertenecían a la misma ciudad, algo lógico viniendo de una ciudad, donde se tarda en ir de un barrio a otro más de una hora. Si todos lo viéramos así, estoy seguro de que creceríamos más. Para este crecimiento, existen organizaciones como Compromiso Asturias XXI, con sede en Oviedo, una asociación que agrupa a las empresas y asturianos que viajamos o vivimos fuera, y que refleja perfectamente el sentimiento de ser asturiano.

En cuanto al tema artístico, que es lo que me toca más de cerca, Oviedo siempre ha tenido fama de ser cuna de grandes creadores, por lo que requiere una estructura a ese nivel, para que público en general, amantes y coleccionistas de arte, puedan disfrutar del arte creado aqu í y a su vez del arte más internacional. Por eso siempre es bien recibido que abran nuevos espacios, como la galería de arte Lucía Dueñas, o encontrarme en ferias nacionales o internacionales con una representación ovetense como las galerías Guillermina Caicoya o Arancha Osoro. Aun así, creo que en Asturias tenemos que dar grandes pasos aún para hacer que todo el mundo sea partícipe del arte. Los talleres para niños que organiza el Museo de Bellas Artes de Asturias los fines de semana son esa clase de iniciativas que hacen a todo el mundo partícipe del arte.

Aunque aún nos queden pasos por dar, es indiscutible que Oviedo es una de las ciudades con mayor calidad de vida que existen, como confirmó un estudio de la Unión Europea. En lo que a mí respecta, como asturiano, aconsejo por doquier, visitarla y vivirla.

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